La realización de la Sexta Feria Internacional del Libro pareció haber representado la excusa perfecta para volver a sus raíces. Juan Palomino encontró en la organización del festival en Perú, desarrollado en la ciudad de Cusco, una razón inmejorable para armar las valijas y volver a un país que es parte de su historia.
El actor, de 58 años, que acaba de finalizar la primera temporada de Sueño bendito, la serie que cuenta la vida de Diego Armando Maradona y que lo tiene como protagonista central, personificando nada menos que al “barrilete cósmico”, hacía dos décadas que no pisaba el Perú, donde transitó parte de su infancia y de su adolescencia.
El amor...
Con Juan Palomino fue a Perú Charo Bogarín (46), su novia, el verdadero motor de esta visita al suelo incaico, ya que la cantante fue invitada por los organizadores para tocar en el escenario central con su grupo, Tonolec.
“Si bien con mis sobrinos me vi bastante, hacía veinte años que no me encontraba con mis familiares. Fue una emoción muy grande. A Charo le surgió esta posibilidad y partimos juntos a esa tierra que tanto amo”, confesó Palomino.
Volver...
Posteriormente, al referirse a las razones que lo llevaron a pasar tanto tiempo sin regresar, dijo que “sentía que había terminado un ciclo”, pero recalcó que al enterarse del ofrecimiento laboral que le habían planteado a su pareja, no dudó en acompañarla: “Fue clave, además, por lo que significa el contexto de la Sexta Feria Internacional del Libro, y desde luego lo que es para mí el marco que genera la presencia de Charo en un acontecimiento así. Me pareció un marco lindo para volver a mi tierra adoptiva, más precisamente a Cusco”.
Más tarde habló de lo que fue el reencuentro con sus afectos: “Me hizo muy bien, de hecho estoy parando en la casa de Carlos Rivero, un amigo de la infancia, que además de alojarnos nos está haciendo de guía porque nos lleva a pasear a todos lados".
"Al margen de la hospitalidad, un hecho cultural como este me sirvió para empezar a entender y a tener una mirada más contemplativa de la sociedad cusqueña, fundamentalmente en el rol de la mujer en estos tiempos, lo cual me generó mucha empatía. Vi grandes expositoras hablando de cultura y educación que deberían ir de la mano, y ese tipo de contenido también ha sido muy importante en esta experiencia”, terminó.
La música y la poesía terminaron de darle el último empujón para retornar al Perú. Palomino, gracias a la Sexta Feria Internacional del Libro y a la invitación que recibió su novia, pudo darse el gusto de cumplir con un propósito que a lo mejor se había trazado, pero sin fecha estimativa de realización.