Dentro de una montaña de situaciones movilizantes, con todo el simbolismo que acarrea la apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, se destacó un momento tremendamente emocionante. La protagonista de esa fuerza poderosa fue Celine Dion.
La cantante se animó a pararse en el escenario, instalado debajo de la mítica Torre Eiffel, para interpretar una canción increíble “l’Hymne à l’amour (Oda al amor)”, de Edith Piaf. Claro que la magia del caso radica en el estado de salud de la artista y su actualidad.
Celine ha confesado, últimamente, que atraviesa una enfermedad degenerativa denominada síndrome de la persona rígida, que por el momento no presenta una cura. La cantante incluso dio el salto a la valiente decisión de grabar un documental con todo lo que padece cotidianamente.
A raíz de este trastorno, Dion explicó en algunas ocasiones que dudaba de la posibilidad de volver a las tablas, de lograr controlar su cuerpo y poder compartir toda su calidad con el público. Por eso los presentes en la ceremonia, y los millones de televidentes, explotaron de emoción cuando entonó las primeras frases.
CELINE DION EMOCIONÓ A TODOS CON SU SHOW EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS
Indudablemente esa performance se transformó en la nota saliente de la jornada y las imágenes se viralizaron con extrema velocidad por todas las direcciones del planeta. Impecable, erguida y con un look muy elegante, Celine bañó de encanto el cierre de la fiesta.
Respecto a las secuelas del síndrome, Celine narró: “No he vencido a la enfermedad, ya que sigue dentro de mí y siempre lo estará. Espero que encontremos un milagro, una manera de curarla con la investigación científica, pero por ahora tengo que aprender a vivir con ella”.