Desde que Charlene y el Príncipe Alberto se casaron, en 2011, las dudas sobre la genuina naturaleza de esa relación se multiplicaron al infinito. Charlene, una hermosa nadadora sudafricana, se ganó el apodo de “la Princesa triste” porque se casó llorando a mares con Alberto. Incluso, aseguran, la mujer intentó huir de su marido al menos tres veces.
Así las cosas, los años pasaron y Charlene Lynette Wittstock siguió en la relación a cara de perro con el heredero de los Grimaldi y apenas empezó a mostrar alguna sonrisa en 2013, cuando nacieron sus mellizos Jaques y Gabriella, el 10 de diciembre.
Y ahora, una persona del círculo íntimo de la pareja contó la verdad de la concepción de los principitos, que no fue por vía natural y volvió a poner en tela de juicio la relación y el acuerdo del matrimonio real que, dicen los rumores, jamás durmió en una misma cama, ni siquiera en su luna de miel.
Quien prendió el ventilador en la casa real fue Christa Mayrhofer-Dukor, tía de Alberto. Según ella, los mellizos fueron concebidos mediante fertilización in vitro luego de un aborto espontáneo de la Princesa, obligada a procrear por contrato nupcial para garantizar la continuidad del linaje.
LA TIA DE ALBERTO DE MÓNACO ASEGURÓ QUE LA PAREJA ESTÁ POR DIVORCIARSE
Asimismo, Christa Mayrhofer-Dukor contó a la revista italiana Oggi que todo indica que el matrimonio entre su sobrino y la princesa está atravesando una crisis y que no le tiene nada de fe. “El divorcio es inminente”, sentenció la mujer, luego de conversar con Alberto.
“Él insinuó que su matrimonio está en una etapa muy, muy difícil", señaló Christa, que es austríaca y prima de Grace Kelly, la madre de Alberto, Carolina y Estefanía de Mónaco. “Con Charlene estoy en una fase de alejamiento, no sólo física”, indicó que le dijo el sobrino quien, según ella, “eligió su propio camino”.