Joven (o adulto) argentino: si tienes más de 40 años, está texto te permitirá regresar en el tiempo hasta tus tiernas etapas de la infancia y reencontrarte con uno de los más grandes ídolos de aquellas épocas. Si tienes menos, aprovecha: podrás conocer a uno de esos pequeños gigantes que de verdad movía multitudes y que fue, sin dudas, quien marcó el camino que luego recorrieron Luis Miguel y Ricky Martín.
Su nombre es Constantino Fernández, pero nadie lo va a reconocer de esa manera. Para todo el mundo fue, es y será Tino de Los Parchis, un grupo español que allá por los 80 revolucionó todo con su música aniñada y algo sosa, propia para aquellos días de sueños recortados por la dictadura militar y esperanzas al mango tras el regreso de la democracia.
Los Parchis podían llenar teatros, estadios, parques y todo lo que se les ocurriera. Hasta cines, porque hicieron tres películas y cada una de ellas -cuestiones artísticas al margen- reventó las boleterías de la calle Lavalle, por aquel entonces la única de la ciudad donde podía ir a verse un estreno. Eran, qué duda cabe, una máquina de facturar y hacer dinero.
Pero cuando tenía 16 años, Tino sintió que tenía ganas de cantar otras cosas y que ya estaba un poco grandecito para el arroz con leche, renunció y arrancó su carrera como solista. Sin la gigantesca maquinaria publictaria que tenian Los Parchis, no la tuvo sencilla.
En 1998, cuando tenía 31 años, Tino casi se mata en un accidente en una ruta de Murcia. Sobrevivió, pero perdió el brazo izquierdo.
Años más tarde, en 1998, llegaría lo peor. Un tremendo accidente automovilístico sucedido en Murcia lo puso entre la vida y la muerte. Pudo superarlo al cabo de unos meses de lucha, pero las consecuencias fueron importantes y lo marcarían para siempre. Tino perdió el brazo izquierdo.
En una entrevista que le concedió a Informados de todo, el programa que conducen Guillermo Andino y Pía Shaw en las mañanas-mediodías de América, Tino recordó desde México -donde vive hace menos de un año- cómo fue ese momento, el más difícil de su vida.
"Fue un hecho desgraciado. Pero lo del brazo no fue lo peor ni lo más grave. Sufrí un traumatismo craneo encefalico severo y estuve varios meses hasta que pude recuperarme y tomar decisiones por mi mismo. Evidentemente hay un antes y un despues" manifestó el cantante
"Con la que era mi mujer -explicó- estabamos desplazados a Murcia, a 600 kilómetros de Barcelona, por una cuestión de trabajo. Pero después del accidente y de recobrar la conciencia vimos que el dinero es importante, pero no lo más. Estaba lejos de mi familia y de mis amigos, y cuando recuperé la constante dije "yo me vuelvo para Barcelona a ver de qué lado sale el sol"
"Desde ese momento me han pasado cosas buenas. A lo mejor a nivel económico quizás haya sido más precario pero he estado más en contacto conmigo, con las cosas que me gustan y con el medio. No cambiaría ni una coma de mi vida. Parchis me ha formado como lo que soy" finalizó.