En agosto, el actor estadounidense, Robert De Niro inició acciones legales por USD 6 millones contra su ex empleada, Graham Chase Robinson y la acusó de malversación de dinero y de mirar Netflix durante sus horas de trabajo. Según se supo, la mujer fue contratada en el 2008 y luego asignada como vicepresidenta de producción y finanzas de su compañía. Y así fue como en el 2019 su salario llegó a ser de USD 300,000.
Al poco tiempo, Robinson renunció y el actor no quiso firmarle una carta de recomendación para futuros trabajos. El acto desató el enojo de la mujer y comenzó la guerra judicial entre ambos.
Este viernes, se conoció la noticia que Graham demandó a De Niro por comentarios sexuales, por violencia verbal y por la asignación de deberes estereotípicamente femeninos. En la demanda, la ex asistente detalló las situación en las que supuestamente el Robert se propasó
La mujer, afirmó que el empresario le hablaba de manera “hostil, abusiva e intimidante” y que en reiteradas ocasiones se refirió a ella con términos descalificativos, como “perra” y “mocosa”. También, acusó al actor de estar “intoxicado” a menudo y como consecuencia la atacaba verbalmente.
Por otro lado, afirmó que el protagonista de la película Taxi Driver “orinaba durante llamadas telefónicas con ella” y en varias situación le ordenó que le “rasque la espalda” y que lo “despierte de su siesta”. Por último, confesó que recibió un cachetazo por parte de uno de los amigos del actor y él “no la defendió”
La compañía le reclamó a la ex empleada seis millones de dólares y aseguraron que “Robinson abusó de la confianza de Robert De Niro”. En cambio, la mujer negó todas las acusaciones por parte del actor y afirmó que el movimiento de la empresa se produjo al saber que ella iniciaría acciones legales en contra de él.
Actualmente, el productor de cine protagonizó la película The Irishman, la cual relata la historia de uno de los líderes sindicales más importantes de Estados Unidos. En el film lo acompañan Al Pacino y Joe Pesci,