Catalina Amalia es la mayor de las tres hijas de Máxima Zorreguieta y de Guillermo, los reyes de Holanda. En su país se la llama muchísimo más por el segundo nombre que por el primero, es muy popular entre los habitantes de todas las clases sociales, tiene 16 años y hace dos ya había sido víctima de un ataque de gordofobia, como hoy.
Aquella vez, una artista rusa, Elena Timkaeva, diseñó una muñeca para una exposición que iba a desarrollarse en Holanda, la Art Dolls Expo. Se basó en Amalia, pero lo único que consiguió fue unir a los holandeses en un fuerte repudio a su trabajo y a algunos métodos que utilizó para llevar adelante la tarea.
Las redes sociales fueron el espacio donde decenas de miles de holandeses manifestaron su rechazo a la muñeca, les pidieron a las autoridades que no permitieran su exhibición y además le demostraron su respaldo y su cariño a la princesa, a quien definitivamente adoran.
Para todos ellos, Timkaeva no habia hecho otra cosa que hacer una caricatura del cuerpo de Amalia, exagerando su físico y descuidando otros aspectos. Durante varios días, el tema ocupó el centro de la escena en ese país y recorrió buena parte de Europa, un continente que aún mantiene tradición monárquica en muchos países.
Para colmo, Timkaeva ensayó una defensa que en vez de mejorar las cosas, las empeoró. Primero dijo que "me llevo dos meses completar todos los trabajos para hacer a la mejor Amalia", algo que encolerizó a los holandeses, que ya manifestaron en reiteradas oportunidades su preferencia por la mayor de las princesas.
Encima, la artista dijo que para el cabello de la Amalia "utilicé pelo de llama", una definición que sumó al repudio a las entidades proteccionistas de animales, de gran penetración en aquellas latitudes.
Lo que terminó de completar las críticas fue el valor establecido para subastar a la muñeca, cuya recaudación iba a ser destinada a obras de beneficencia de la fundación "Make a Wish": la base fue de 1.500 euros, otro dato que generó controversia y un sinfín de expresiones negativas para el trabajo.
Hoy, en la Argentina, lo que generó una significativa manifestación en contra fue un título que habla de un cuerpo "plus size". Gordofobia, ni más ni menos.