Copacabana, Leme, Ipanema, Leblón o Barra de Tijuca? ¿Cuál es la playa más linda de Río de Janeiro? ¡Cada una a su turno, la que tuvo a Mica Viciconte! La rubia se fue unos días de vacaciones a la Cidade Maravilhosa, y en tierra de Vinicius y de Toquinho hizo que cada porción de arena y mar Atlántico, de por sí bonitas por naturaleza, fuera un poco más caliente y brillante que de costumbre.
La “vayaina” viajó sin Poroto Cubero –aún atado a sus obligaciones profesionales como futbolista de Vélez–, y en compañía de algunas amigas la pasó de primera. Un poco porque allí, entre el samba que contagia, el sol eterno, los cuerpos siempre con poca ropa y los tragos tentadores es difícil aburrirse, sufrir o fastidiarse.
Río de Janeiro es uno de los principales destinos turísticos del mundo. Aquellos viajeros experimentados (y con buenas cuentas bancarias, por supuesto) lo consideran un “must”: uno de los destinos que deben visitar sí o sí entre sus múltiples recorridos por los cinco continentes. Según las publicaciones especializadas en cuestiones de bienestares vacacionales, conocer Río de Janeiro está “entre las 50 experiencias que una persona debiera atravesar sí o sí antes de morir”.
Pisar la Bombonera es otro, como si las demás canchas de la Argentina no tuvieran el mismo sabor a pasión y fanatismo. Pero no nos detengamos en eso, que lo que nos ocupa en este momento –o en este texto– son las andanzas de Mica en Brasil, y no si el Monumental, el Libertadores de América, el Cilindro Mágico de Avellaneda o el Palacio Ducó le pueden competir al hermoso y legendario edificio de Brandsen 805.
Mica Viciconte tiene múltiples ocupaciones laborales. La más conocida, indudablemente, su función como panelista de Moria Casán en el programa que la diva conduce, todas las tardes, en América. Y aunque algunos podrían considerar algo “incorrecta” su excursión por suelo carioca por haber ido sin su pareja, ella aclaró de movida que viajaba con amigas y que iba “a portarse bien”. Tomando ciertos recaudos, entonces, Mica no se privó de nada en la semanita que pasó en Río.
Sobre todo de broncear y mostrar su cuerpo, trabajado y moldeado durante horas en los gimnasios que visita en la ciudad de Buenos Aires. No sólo en la playa lució su físico la ex campeona de Combate. Hasta en el balcón del hotel que la alojó se sacó fotos en bikini, que después subió a las redes sociales.
“Necesitaba descansar porque este fue un año agitado, necesitaba disfrutar porque tuve algunos momentos complicados, y el destino que elegí no pudo ser mejor”, escribió la rubia en uno de sus posteos. De enero a octubre, el mes que transitamos, Mica fue protagonista de los escándalos más ruidosos de la farándula por sus constantes enfrentamientos con Nicole Neumann, la ex de Cubero. “La pasé increíble, en todo sentido. Ser feliz es una decisión. No podía volver mejor ni más relajada”, agregó un par de posteos más tarde.
Aunque comer no forma parte del “millón de placeres” que propone Río –menos para los paladares argentinos, acostumbrados al sabor de la carne de las pampas– Mica lo pasó de maravillas. Y sin Cubero, fue una feijoada sin poroto.