La operación quirúrgica a la que fue sometido de urgencia el cantante Joaquín Sabina por un coágulo cerebral ha concluido satisfactoriamente, según informó su representante desde la misma Clínica Rúber Internacional.
A la espera de un comunicado oficial del hospital, su portavoz comunicó que su estado "no era grave", que todo ha salido "muy bien" y que el cantante, que ha tenido que ser operado "por un pequeño coágulo", permanecerá 48 horas en observación.
Sabina estaba en observación en la UCI desde que ingresó anoche tras la caída sufrida desde el escenario del Wizink Center de Madrid, donde ofrecía un concierto junto a Joan Manuel Serrat.
La caída
Tras la caída, que obligó a suspender el espectáculo, Sabina sólo se había percatado de una lesión en el hombro izquierdo que le provocaba dolor, pero después de llevar varias horas en observación en el hospital Ruber Internacional, los médicos también detectaron un traumatismo cráneoencefálico.
Esta lesión le provocó un derrame celebrar que obligó a que fuera intervenido de urgencia. En cuanto a la lesión del hombro, Sabina sólo tenía tres "fisuras limpias" que solo requerirán inmovilización.
El cantante, que justo cumplía 71 años, tiene un complicado historial de salud, incluido un derrame cerebral en 2001.
Inmediatamente después de la caída, el intérprete de canciones como "19 días y 500 noches" fue atendido por paramédicos y, tras unos minutos de incertidumbre, volvió al escenario en silla de ruedas, empujado por el propio Serrat.
"Queridos amigos, estas cosas me pasan solo en Madrid, lo siento muchísimo", dijo Sabina, quien, no obstante, debió cancelar el concierto.
El concierto empezó a las 20.30 de Madrid como parte de la gira "No hay dos sin tres", la tercera que hacen juntos Serrat y Sabina.