La vida de Mariana Nannis se llenó de polémicas y de misterios. En realidad siempre pasó más o menos lo mismo, pero últimamente se multiplicaron esas situaciones. No por haberse separado del Pájaro Claudio Paul Caniggia, su marido de toda la vida y padre de sus tres hijos, ni tampoco por haberlo denunciado por violencia de género, sino por una serie de circunstancias que sobrevinieron después de eso.
Por ejemplo, es difícil saber dónde vive, dónde está alojada, dónde pasa sus días. De hecho, su propio abogado habló de una "identidad y un domicilio secretos y protegidos" porque ella teme que atenten contra su vida. En las últimas horas, Angel de Brito publicó una foto donde está junto a otras dos personas que la ubica en Marbella. Sin embargo, en las redes sociales nadie reparó en eso, sino en su imagen.
Para la enorme mayoría de la gente, a la mamá de Alexander, de Charlotte y de Axel (el hijo no mediático, que vive en Europa y se dedica a la pintura y a la escultura) se la ve bastante diferente a como se presentó en sus últimas apariciones públicas en la Argentina, cuando por ejemplo asistió al programa de Susana Giménez para contar las desventuras de su relación con el ex atacante del seleccionado nacional.
Rápidamente se dio una discusión entre distintos usuarios. La enorme mayoría, por cierto, la advirtió "desmejorada" y un tanto "desaliñada" en su vestimenta y en su peinado, algo en lo que Nannis siempre ponía mucha atención y mucho énfasis. Para otros, los menos, se trata simplemente del lógico paso del tiempo, que afecta a todos los habitantes del planeta tierra.
Nannis pareció quedar fuera de foco cuando Caniggia, con quien vivió por más de 30 años recorriendo buena parte del planeta y dándose "vida de reina o de princesa", presentó como novia oficial a la joven modelo y periodista Sofía Bonelli, una muchacha de 25 años con la que inclusó protagonizó una insólita "boda chamánica" en una paradisíaca playa mexicana.
Alexander se puso definitivamente del lado de la madre y confrontó feo con el papá, mientras Charlotte lo siguió pero en menor medida, sin romper con el Pájaro. Axel se mantuvo imparcial y no optó por alinearse con alguna de las dos posturas. Las hostilidades con la nueva pareja de su papá fueron incesantes y hasta llegaron a judicializarse, un tema que aún no está resuelto. Ayer, curiosamente, los hermanos Caniggia fueron condenados en Córdoba por una agresión que perpetraron contra el periodista Pablo Layus.
