La conexión entre madre e hija comienza a florecer con ese relación que empieza a entablarse de mujer a mujer. Antonia Audoglio y Soledad Pastorutti compartieron un lindo día de campo entre las dos con mates, fotos y charlas.
Antonia llegó a la vida de la Sole cuando estaba pisando los 30 años, un cambio de déxada que se venía con todo para la cantante. Habiendo llegado a la música de tan pequeña, que se convierta en madre fue todo un acontecimiento para la gente que seguía viendo en la Sole a aquella niña que revoleaba el poncho con suma energía.
Después de haberse casado con Jeremías Audoglio, el novio y marido "no famoso" de la Sole, llegó a sus vidas Antonia, quien en la semana pasada estuvo cumpliendo 13 años de edad, todo un acontecimiento importante para la familia que además cuenta con Regina, la hija más chica de apenas 10 años de edad.
Para refrendar el amor por su hija, la Sole utilizó las redes sociales para saludarla y de paso postear las fotos de esa recordada tarde de campo que ambas vivieron juntas con mates, reposeras, calles de tierras y mucho relax para jugar mientras tomaban postales de ese momento único.
"Nadie nunca podrá explicarnos este amor. Felicidades hija mía!!! Soy la mamá más feliz del planeta con vos!!! Te amo", le escribió la Sole a Antonia por su cumpleaños número 13 y su crecimiento a pasos agigantados.
La familia sigue residiendo en Arequito, Santa Fe, de donde es oriunda la cantante y sus hijas van al mismo colegio al que fue ella con su hermana Natalia. “Los días de Anto y Regina son como los de cualquier niño criado en un pueblo del interior. Van al mismo colegio que fui yo y no tienen doble escolaridad, porque eso no existe acá”.
Los Pastorutti construyeron sus casas contiguas en un barrio cerrado que hay en su pueblo natal y alli viven sus vidas de manera muy tranquila con la pasividad y el ritmo mucho más bajo que describe una vida en el interior y más aún en un pueblo rural como lo es Arequito.