Morena Rial siempre se las ingenia para generar impacto en las redes sociales, un universo en el que se mueve como pez en el agua, un espacio al que acude cotidianamente para construir un puente entre su intimidad y los millones de seguidores. Incluso, en ese mundo abre su corazón para profundas reflexiones.
La hija de Jorge Rial se ha preocupado enormemente en su apariencia, por eso reveló en infinidad de ocasiones el impacto psicológico que le produjeron las críticas despiadadas por su figura. Un aspecto de su vida que la impulsó a la reflexión y a tomar cartas en el asunto.
More decidió dar un paso más allá y ocuparse taxativamente en optimizar su cuerpo, su imagen. Además de trabajar en aceptarse y quererse más en su interior, la influencer se lanzó a una serie de operaciones estéticas, de toda índole.
En agosto armó las valijas y se trasladó a Córdoba, donde un especialista tomó el caso y la indujo a una serie de cirugías para achicar la panza, la cintura, retocar la cola, afinar las piernas y hasta los pómulos. Sí, la hija del histórico conductor se sometió a diversos tratamientos.
Lejos de optar por un camino del misterio y ocultar los procesos artificiales para virar su fisonomía, Morena decidió exhibir todo, pero absolutamente todo. Hoy, con un tiempo de recuperación de las intervenciones, la morocha contó lo que se hizo y sobre todo lo luce en sus plataformas digitales.
A través del feedback con sus seguidores, quienes le elogian los cambios y su nueva apariencia, More reveló: "Me hice un par de cosas... La panza, la cola, los brazos y las piernas. Igualmente, me falta una cirugía para terminar con todo".
De esta manera, enamorada con los resultados, con lo que le devuelve el espejo, Rial postea un sinfín de contenidos en los que luce feliz con su cuerpo. Al unísono que los usuarios de Instagram la felicitan por esta nueva vida que ha iniciado.
“Fui yo queriéndome sentir mejor, fui yo peleando conmigo misma. Fui yo luchando por poder conseguir aceptarme. Porque un día me grité tanto, me insulté tanto, que pensé ese era el fondo de mi pozo”, escribió en alguna ocasión para describir los motivos que la impulsaron a este camino de sumergirse en el quirófano.
Mientras fortalece su confianza, su amor propio, muchas personas la apoyan en esta transformación rotunda. Claro que también otras voces se cuestionan sobre el riesgo que emana este mensaje, que puede oficiar de una tendencia nociva para aquellas personas que sufren por su cuerpo con la idea que hay que operarse.