Para Jorge Rial son tiempos de cambio en todo el sentido de la palabra. El conductor de Argenzuela, por Radio 10, blanqueó su distanciamiento de meses con Romina Pereiro y enfrentó la internación de su ex esposa, producto de un pico de estrés.
Se peleó con varios colegas, entre ellos Adrián Pallares, su ex compañeros en Intrusos en el espectáculo, y con algunos otros, también. Jorge debutó en tevé con un formato que no condujo nunca, Sobredosis de TV, en el primer envío midió bien y, ya en el segundo, el rating decayó a gran escala.
Tuvo que dejar de verse con Alejandra Quevedo luego de que la periodista fuese señalada como la tercera en discordia en lo que fue el final de su matrimonio con la nutricionista, a consecuencia del escándalo mediático que se generó. Y, finalmente, Rial viajó al exterior con la companía de una una de sus hijas.
Y, en el medio de todo eso, en tiempo de revolución mediática y cambios profesionales -se fue a Los Angeles para cerrar unas acuerdos por los documentales que hará-, Jorge apostó a un cambio estético. Tal como lo hizo en el 2016, cuando estaba al frente del ciclo del clásico de las tardes de América, que se tiño el pelo de blanco, ahora es protagonista de un nuevo cambio, pero muy distinto al anterior.
Fue Angel De Brito, al frente de LAM, quien se dio cuenta de cómo se renovó la imagen de Jorge tras observarlo en unas recientes imágenes y lanzar, al aire, una pregunta. "¿Rial se puso pelo?", consultó el periodista, sin vueltas, detallista.
"Si, se puso...", afirmó Pía Shaw, una de las integrantes del panel nocturno, producto de un tratamiento que el comunicador llevó adelante. Como diría el refrán popular: Jorge se hizo "chapa y pintura".