Los Juegos Olímpicos de Verano, la mayor y más atractiva cita del deporte después de los campeonatos mundiales de fútbol, se disputan también cada cuatro años. Los próximos tendrán lugar en distintos escenarios de Tokio, que se prepara para recibir atletas y turistas al estilo único de los japoneses.
Está todo sincronizado para que el viernes 24 de julio de 2020, dentro de ocho meses, la fiesta inaugural sorprenda a todo el planeta. “Serán los juegos más innovadores de la historia”, prometen los organizadores. Y viniendo de Japón no queda otra que creerles.
Gastón Soffritti no va a participar en las competencias que se desarrollarán en tierras niponas. De ninguna manera. No hay ni una chance. Pero hace deportes como si sus objetivos fueran estar presente allí y ganar una medalla. Tiene una, además de la que ya le colgaron por ser el seductor más eficaz de su generación: es el actor argentino que más actividades físicas disputa. Veamos por qué.
El es un muchacho joven –tiene 27 años– y antes que nada es muy futbolero. Recontra futbolero es. Sabido es su fanatismo por San Lorenzo de Almagro, y uno de los más grandes gustos de su vida se lo dio cuando pudo jugar, como invitado, el partido despedida de Leandro Pipi Romagnoli, ídolo suyo y de casi toda la comunidad cuerva.
Incluso, hizo uno de los goles –con una gran definición– y no sólo lo gritó con alma y vida: para atesorar el momento sagrado subió a su cuenta de Instagram el video de la conquista.
Así como le sucedió con un sinfín de mujeres (fue novio, entre muchas otras, de Barbie Vélez, Laurita Fernández, Candela Vetrano, Noelia Marzol, Agustina Córdova, Stefi Roitman y Agustina Agazzani, y hoy está en pareja con Antonella Pauletto), Gastón se enamoró un buen día del golf.
Y guarda, que no lo juega así nomás. No, le gusta tanto que está hecho todo un profesional. Incluso lo invitan a participar de algunos torneos, y cuentan en su círculo íntimo que no ve con malos ojos dedicarse de lleno.
Es algo muy común en aquellos que agarraron el palo y le dieron lindo a la pelotita. Se apasionan como en pocos deportes, y Soffritti lo descubrió. “El golf es un placer. Al revés de otros deportes, vas hablando con el que tenés al lado y siempre sale UN plan. Hacer deporte te lleva la cabeza a otro lado”, declaró.
Pero en las redes sociales del actor se lo puede ver, también, jugando al tenis, corriendo, surfeando olas o practicando sandboard cada vez que sube a una montaña. Las hace todas, y mal no le va. Ni en cuerpo (su lomo trabajado suele recibir elogios por parte de las mujeres) ni en alma, ya que se siente renovado. El olímpico Soffritti sale a escena.
