Adusto, serio, exigente. Todo el mundo conoce la personalidad de Germán Martitegui, ese afamado chef que construyó un prestigio inusitado por décadas de una carrera impresionante delante de las ollas y las sartenes.
Claro que el cocinero adquirió una visibilidad absoluta, una trascendencia y sobre inmersión en millones de personas a partir de su rol en MasterChef Celebrity, donde sorprendió a una enormidad de televidentes con sus rasgos, donde se ganó el recelo de muchos por sus devoluciones y también el cariño.
Desde su explosión en el reality que marcó récords de audiencia, Germán se convirtió en un personaje público, del cual la sociedad deseó profundizar, hurgar en su pasado, en su presente, en sus actividades, sus gustos, absolutamente todo lo que implica su persona.
En ese raid, Martitegui posee una frondosa cantidad de situaciones, de circunstancias, de experiencias de vida muy llamativas, como sus viajes por el mundo para incorporar sabores, su aprendizajes al lado de los mejores chefs del país y muchas otras aristas.
En ese contexto, Germán padeció una secuela algo adversa de su labor como uno de los jurados del certamen, rol que comparte con Damián Betular y Donato de Santis. Se trata de una tendencia inevitable que lo aquejó y que en algún punto forma parte de su trabajo en el show.
Resulta que la dinámica obligada de la competencia implica que el chef deba probar absolutamente todos los platos, de ese modo las largas jornadas de grabaciones se tiñeron con la ingesta excesiva de alimentos de toda índole, tanto saldas como dulces que preparaban los famosos.
Más allá de la delicadeza para cortar y repartir porciones diminutas entre los cocineros, la gimnasia diaria lo empujó a engordar unos 11 kilos. Un efecto secundario inevitable, del que se percató y para lo cual activó una serie de medidas, como aquella decisión de trasladarse de su casa al canal en bicicleta.
Por eso, Germán también inculca hábitos saludables a sus pequeños Lautaro y Lorenzo y así lo describió: "Me niego a que crean que la diversión es… ¿qué? ¿Papas fritas? ¿Con sal? ¿Con aceite hidrogenado? ¡No! Quiero que interpreten que lo lindo de nuestros planes también es lo saludable y que hay cosas ricas en ese contexto".