Todo esfuerzo tiene su recompensa. Y Fede Bal está empezando a sentirse reconfortado con su cambio estético. Dispuesto a adelgazar y mejorar su calidad de vida, el actor inició un camino de entrenamiento diario y comida saludable que ya le permitió perder 14 kg. Recuperado de su tumor en el intestino que le detectaron el año pasado, después de un exitoso tratamiento de quimio y radioterapia, Fede pasó por la separación de Sofía Aldrey, la pareja que lo acompañó durante la difícil etapa de lucha contra el mal, aunque ahora algunas versiones dicen que volvieron.
Soltero, dispuesto a hacer un cambio en su vida -por la enfermedad mas los tiempos de aislamiento de la pandemia había engordado-, Bal se decidió y lleva varias semanas de un proceso de cuidado de imagen que respeta a “rajatabla”, pase lo que pase, esté donde esté.
Por estos días instalado en Mendoza, aunque esté lejos de su casa en las afueras de Buenos Aires- la que le regaló su mamá, Carmen Barbieri-, Fede no le pierde pisada a la rutina que tomó como hábito. En el imponente paisaje que le regala el cerro Tupungato, sale a correr a diario, al costado de la ruta, aprovechando, incluso, el aire puro que le da la naturaleza.
También, aunque pueda tener sus permitidos- están incluidos en todas las dietas alimentarias, por más o menos rigurosas que sean, se cuida con las comidas y esa conjunción fue la que le permitió reducir, hasta el momento, más de diez kilos, después de hacerse un enorme tatuaje en su espalda.
Desde su cuenta de Instagram, Bal compartió una postal donde se lo ve renovado y compartió las sensaciones que lo atraviesan, en esta nueva etapa de su vida. “Ni frío. Ni mucho calor. Ni el ‘no tengo tiempo’. No hay excusas cuando uno elige cuidarse la salud y verse bien. 14 kg menos y un enorme amor y cuidado por mi bienestar, tanto físico como mental. Salud, paz interior y gratitud”.
Con un camino por delante que todavía busca perseguir, Bal -que se hizo un auto regalo luego de vacunarse contra el Covid 19- compartió su logro personal que lo tiene contento y feliz y que asumirá como un compromiso a mantener a lo largo de los meses, aunque haya alcanzado una estabilidad en su peso. Ya no por seguir adelgazando sino por incorporarlo como estilo de vida.