Tocarse el pelo o todo el día. Jugar con la melena. Teñirla de algún color raro. Cortársela en las puntas. Buscar algún tutorial qué diga cómo actuar en un caso así. Resignarse y esperar a que el aislamiento administrado incluya a las peluquerías. Opciones válidas para la inquietud que manifestó Laurita Fernández junto a una foto retro donde tiene el pelo lleno de rulos: “Mirá si la cuarentena me agarraba con este look”, escribió ella.
La cuarentena no da muchas posibilidades. Todo el día encerrados en casa no hay grandes variantes para romper el aburrimiento. Mirar una peli, engancharse con una serie, escuchar un poco de música, o repasar fotos viejas. Precisamente esto último hizo Laurita. Se puso a buscar imágenes de su infancia. Y después de revisar minuciosamente su “archivo personal” eligió una que subió a su cuenta de Insta.
En la foto, la actriz transita su primera infancia. No debe tener más de 10 años. Tiene los ojos bien abiertos, la mirada puesta en el frente, algo que parece un enterito azul y por debajo lo que se presume un abrigo gris, que puede ser un buzo o una remera de mangas largas. Pero lo que llama la atención no es todo aquello, sino su pelo.
Por aquel entonces, Laurita tenía una tremenda porra llena de rulos de un color bien clarito. Hasta parecen medio colorados. “Mirá si la cuarentena me agarraba con este look”, reflexionó ella, y sus seguidores acudieron rápido a darle todo tipo de respuestas. La mayoría, divertidas como su frase.
Se trató, quizás, del primer momento de paz de la rubia en todo el periodo de aislamiento, después de que la acusaran doblemente de romper la cuarentena (cuando dejó su casa para ir con Cabré, y cuando abandonó a Cabré para volver sola), de que se hablara se una severa crisis de pareja con el galán y de que un like suyo a un tuit de una usuaria echara a rodar el rumor de que podía estar embarazda.