Soledad Aquino participó como entrevista en el programa de Ángel de Brito, donde habló del momento de preocupación que vivió al ser internada por una hemorragia digestiva que culminó con un trasplante de hígado. Además, se refirió al vínculo que mantiene con Marcelo Tinelli y sus hijos.
“Cuando me dijeron que tenían que hacerme un trasplante me re asusté, creí que me moría. Estábamos en plena pandemia, venía de estar encerrada todo el día. Sumado a toda esa situación del miércoles, empecé a sentirme mal”, relató la actriz.
“Tuve más miedo aun cuando me dijeron que sufrí dos paros cardíacos y me tuvieron que revivir manualmente. Eso me pareció increíble”, afirmó la ex de Marcelo Tinelli, sobre el duro momento que debió atravesar.
Respecto a lo difícil que fue el post trasplante, Soledad Aquino confesó: “¡No podía ni siquiera agarrar el celular! Pesaba 49 kilos; no tenía fuerzas ni para levantarme y lavarme los dientes. Fue muy dura esa parte. Pero yo sabía que todo iba a salir bien”.
“Intentaba ponerle onda a todo. Si no le ponés buena vibra a la vida estás sonado. Tenés que intentar reírte con la misma boludez. Lo mejor que puede pasarte en el día es matarte de risa de vos mismo”, agregó la actriz.
En referencia con el apoyo que recibió por parte de su ex marido y de Guillermina Valdéz, Soledad sostuvo: “No me llamó para nada la atención que él y Guillermina hayan estado presentes. ¡Pobre Guille! Me maquillaba, me sacaba el maquillaje. ¡Qué paciencia! Me trajo todos sus productos; no tenía más lugar en la mesa”, rememoró.
Además, hizo hincapié en lo fácil que lograron ensamblar las familias con Marcelo Tinelli y en el vínculo armonioso que lograron construir. “A mí me encanta ver la relación que tienen mis hijas con sus tres hermanos. ¡Hay toda una energía que fluye con tanta naturalidad y tanto amor!".
"No es algo que hayamos tenido que trabajar; fue algo natural. Cuando uno anda por la vida con la verdad. El corazón es un músculo y lo tenés que ejercitar de verdad todo el tiempo”, completó.
Al ser consultada por la obsesión de su hija Cande Tinelli por los tatuajes, Soledad lanzó: “Al principio cuando se tatuaba le dábamos autorización a Marcelo. Después hizo lo que quiso”.