Todas las miradas se posan en su cotidianidad. Ha regresado a la visibilidad masiva, tras aquellos de apogeo como vedette y actriz de clásicos de la televisión. Ahora, Yuyito González experimenta un presente movilizante, principalmente por su relación amorosa con Javier Milei.
La blonda acapara la atención, por eso despertó dudas con ese mensaje encriptado de esta semana que activó los rumores de una crisis de pareja. Lo cierto es que ahora, Yuyito acaba de iluminar un aspecto bastante desconocido de su privacidad, que se vincula con una adicción a las cirugías estéticas.
Sin rodeos, ni eufemismos, ni misterios, la novia del primer mandatario acaba de revelar el momento exacto en que sintió una necesidad imperiosa, irrefrenable, de acudir a los retoques, a entregarse a los bisturís. “En el 2004 me agarró la locura de las operaciones”, contó.
En el desarrollo de su ciclo televisivo en cable, la blonda trató de argumentar esa pulsión por modificar aspectos de su cuerpo. “Porque ya saben cómo trabajaba, con una tanga nada más... era una exigencia que yo misma me imponía, ningún productor me pedía nada”, aseguró.
YUYITO GONZÁLEZ RECONOCIÓ QUE ES ADICTA A LAS CIRUGÍAS ESTÉTICAS
En ese punto, González iluminó una problemática en su comportamiento, ya que admitió una complejidad que se despertó en su psiquis al expresar: “Me agarró ese vicio y adicción a hacerme cirugías, fue una locura”. Una revelación inesperada, pero que posee su lógica en la exposición a su cuerpo.
Motorizada en su sincericidio, Yuyito reconoció los próximos pasos que ejecutará sobre su físico: “No es contra de nadie, a mí nadie me obligaba, era mi cabeza. Soy fan de la estética, me encanta, no me voy a operar más pero en la medida que me pueda hacer cosas estéticas sin quirófano me voy a hacer”.
