Intempestivamente. Como una flecha que los atravesó fulminantemente y los transformó en un solo ente. El amor golpeó las puertas del corazón de Guillermina Valdés, dado que se arrojó a los brazos del talentoso actor Joaquín Furriel para darle rienda suelta a ese sentimiento.
Tras la separación de Marcelo Tinelli, la blonda transitó por algunos rumores de romances, así como por un efímero lazo con Santi Maratea, hasta que encontró en el camino a Joaquín. Así, la famosa admitió públicamente que su ritmo cardíaco se acelera con el artista.
Ambos han reconocido delante de las cámaras que acaban de iniciar una pareja, aunque prefieren evitar profundizar en todo lo que significa este paso emocional. Empero, hace unos días se los halló en los pasillos del aeropuerto internacional, con valijas en la mano.
Evidentemente, la blonda y el genial protagonista de decenas de películas, series y obras de teatro congeniaron agendas y organizaron una escapada romántica, un paréntesis en la rutina para entregarse a unos días de pasión, de mimos y de turismo.
LA CIUDAD A LA QUE VIAJARON GUILLERMINA VALDÉS Y FURRIEL
Guillermina jugó sus cartas y con un halo de misterio brindó pistas conclusivas respecto al destino del planeta que eligieron ambos para esta aventura, esta salida a un punto glamuroso del globo terráqueo, en el que se lanzaron a profundizar en su relación.
Resulta que la modelo soltó señales, como migajas en el sendero, para que los usuarios de las plataformas digitales pudieran descifrar el misterio. De ese modo, la blonda mostró un parque gigante, con una decoración natural de otoño, que suena al mismísimo Central Park de Nueva York.
Además, en otra storie, Guille fotografió un libro que sostuvo con sus manos en un local de dimensiones siderales, lo que remite a una típica librería de esa ciudad cosmopolita que atrae a millones y millones de visitantes todos los años. ¿Será la Gran Manzana? Todo indicaría que Joaco y Valdés caminan por las calles de esa urbe.