Los días en cuarentena de Benjamín Vicuña y la China Suárez no son para nada fáciles. La actriz está embarazada de Carmelo, el segundo hijo con el chileno pero en el medio viven una fuerte crisis de pareja, una más de las tantas que han tenido a los largo de su relación. Tal como confirmó Para Ti, desde hace una semana viven en casas separadas y él se pasas sus noches en el departamento de soltero que tiene en Palermo.
Por su parte, la China se quedó en la magnífica casa que compraron juntos en el barrio cerrado San Jorge, en la zona norte de Buenos Aires. La buena relación entre ambos continúa y es por eso que Benjamín visita cada tanto la casa que compartían y pasa un rato con su hija menor, Magnolia.
Cuando la bomba de la separación ya había estallado, tanto la China como Benjamín compartieron fotos de su almuerzo que daban cuenta que estaban comiendo juntos.
"Hoy verduritas al hornito", escribió la actriz acompañado de varias tomas del plato que había cocinado Vicuña.
LA CHARLA FINAL CON VICUÑA
Paparazi tuvo acceso exclusivo a la última charla que mantuvieron, en la que decidieron cómo seguirán las cosas ente ellos. De acuerdo a la reconstrucción que permitió realizar la palabra de allegados que conocen muy de cerca la intimidad de los dos, la conversación se dio en buenos términos pero ambos acordaron que lo mejor era pasar un tiempo alejados, cada uno en su casa.
Más allá de la “admiración” que dijeron sentir uno por el otro en sus últimas apariciones públicas, puertas para adentro la realidad era otra: la tirantez y los roces iban en aumento, y lo más oportuno era distanciarse. “La China estaba pasando un momento muy complicado. Debe ser el embarazo, pero estaba difícil”, aportó alguien cercano a la actriz.
Dado el ánimo calmado de la charla, el actor trasandino y la China decidieron que los dos pueden acercarse al otro cuantas veces quieran en tono amistoso. De la misma manera, se comprometieron a pensar en un plan para volver como pareja, pues estiman que el cortocircuito que los llevó a esta actualidad de conflicto no debería derivar en una separación definitiva, más teniendo en cuenta que dentro de tres a cuarto meses van a tener a su segundo hijo. La China y Vicuña ya son padres de la hermosa y tierna Magnolia.
La reunión fue extensa, pero desde un primer momento los dos sabían que la salida de Vicuña de la casona donde pasaban juntos la cuarentena era inevitable. Fue el motivo inicial de la charla y lo que menos tardaron en decidir. Nunca perdieron la calma, ni siquiera en los temas más ríspidos o en los que más tardaron en llegar a un punto en común