Uno de sus grandes deseos era ser madre. Lo que no imaginó era que al lograrlo sus expectativas se verían ampliamente superadas. “Ansié y deseé toda mi vida ser mamá. Imaginaba que era algo hermoso y, la verdad, superó todo tipo de expectativa”, se sinceró Andrea Estévez (41) en exclusiva para Paparazzi al recordar el nacimiento de Hannah (1 año y dos meses), su única hija. Pero la alegría por su llegada se vio teñida de dolor cuando a los tres meses la sorprendió la separación del padre de la nena, quien entonces era su pareja, Juan Manuel García.
–Estás sola con Hannah prácticamente desde que nació. ¿Cómo llevás esa responsabilidad? ¿Qué sentís en situaciones cotidianas como cuando la nena tiene fiebre?
–La crianza desde sus primeros tiempos siempre fue conmigo. Estamos solitas.
Y vivo bastantes episodios de fiebre. Nunca imaginé que uno puede angustiarse tanto o sentir tanto miedo cuando ve a esa cosita tan chiquita, que es tu vida entera, con fiebre. Me desespero, pero tengo la responsabilidad de su cuidado, de que no le falte nada, de su atención y de su educación. Así que estoy a su disposición.
–¿Contás con ayuda?
–Tengo ayuda de mis padres, Elena y Alfredo. Ellos me dan una mano enorme y estoy eternamente agradecida. Si no fuera por ellos no podría trabajar y mantener a mi hija. Y me ayudan no sólo con Hannah, sino además en lo cotidiano. A veces llego muy cansada y por ahí mi mamá me prepara comida. Me dan una mano en lo que uno a veces no da abasto cuando se está sola con la crianza de una hija que depende ciento por ciento económicamente de una.
–¿Viviste con tu ex algún episodio de violencia física o verbal?
–Por supuesto. Con él viví un episodio de agresión verbal en la separación y también de violencia económica. He tenido la desgracia de vivirlo. En su momento estuve a punto de hacer una denuncia y no me animé. Era muy fuerte lo que me estaba pasando. Estaba en otro país sola con Hannah (N. del R.: Estados Unidos, donde nació la nena), y quien era mi pilar se me había desmoronado. Pero siento que pude salir bien de ese momento y agradezco haber salido. Agradezco todos los días de mi vida haber abierto los ojos a tiempo.
–¿Cómo está hoy la relación con él?
–No tengo ningún tipo de contacto con él. No hablo por teléfono, nada.
–¿Tienen algún conflicto judicial pendiente?
–Yo presenté tres mediaciones, a las que ni él ni un abogado en su representación se presentaron. Parece que no le interesa absolutamente nada la responsabilidad que tiene con su hija. Es un ser incapaz de llevar adelante la responsabilidad de ser padre. Hoy estamos en juicio por alimentos, ya que jamás le envió dinero para la manutención. Hannah está a mi cargo económicamente, moralmente y en todos los aspectos.
–¿El visita a la nena?
–No la visita. No ve a Hannah desde que ella tiene cumplidos sus tres meses.
–¿Y ella pregunta por su papá?
–No. Ahora es muy chiquita, tampoco entiende mucho. Recién está diciendo sus primeras palabras.
–Si tuvieras que definir a Hannah, ¿qué dirías? ¿Cómo es su carácter?
–Es el angelito más hermoso del mundo. Le agradezco todos los días por haberme elegido. Es muy dulce, muy tierna, con una inocencia increíble, es generosa, es mimosa. Y todos los días sonríe. Se despierta y se acuesta sonriendo.
–¿Estás sola actualmente?
–Sí. No volví a formar pareja.
–¿Te gustaría formar pareja y agrandar tu familia?
–Sí, creo que las personas no son todas iguales. Una mala experiencia lo que te tiene que dejar es un excelente aprendizaje. Yo disfruto de la vida en pareja, no puedo no apostar al amor, me gusta estar acompañada. Seguramente vuelva a formar una pareja, por supuesto que va a llevar su tiempo porque después de ciertos golpes una está más cerrada o reacia a brindarse, pero no voy a cambiar mi esencia por haberme cruzado una mala persona en mi vida.