Como parte de las nuevas generaciones, Ángela Torres no está a dispuesta a quedarse con las ganas ni a reprimir deseos y sentimientos en lo que los vínculos sexo-afectivos se refiere. Así fue como, meses atrás, la hija de Gloria Carrá contó que lo suyo iba por las relaciones abiertas.
Dispuesta a hablar con franqueza sobre su presente sentimental y de cómo piensa los vínculos, Ángela contó en la revista ¡Hola! Argentina que es bisexual y ahondó en cómo fue su experiencia poliamorosa con el actor Pepo Maurizi, de quien se separó hace un tiempo tras muchos años juntos.
Según aseguró la cantante y actriz, su historia de amor con Maurizi fue muy importante y le dejó muchos aprendizajes, ya que fue con él con quien se animó a abrirse a más de una persona a lo largo de los últimos seis años que compartieron.
"Fue mi primera relación poliamorosa y aprendí mucho. Creo que está bueno probar y no quedarse con las ganas", aseguró Torres, que de todas maneras aclaró que podría tener otro tipo de relaciones a futuro y que no se cierra a nada.
"No quiere decir que sea el formato en el que me vaya a manejar siempre en los vínculos sexo-afectivos porque también dependen del otro y de quién te enamores", señaló la joven de 23 años, que en abril habló de lo que para ella significaba tener una relación abierta en PH Podemos hablar.
“Yo te amo, te elijo, me encanta compartir con vos, pero a la vez tengo deseos que no quiero reprimir y que quiero experimentar, y los voy a vivir. Eso también es amor para mí, que vos seas libre con tus deseos. No quiero reprimir al otro. No entiendo por qué hay que privarse de eso y me lo cuestiono”, dijo aquella vez.
Ángela comentó también que ser poliamoroso no significa no tener celos y que, para evitar , en sufrir, en su caso con su novio no se contaban todo lo que hacían ni con quien estaban: “Pinta cuidarnos sobre ciertas cosas para no lastimarnos”.
“Es un aprendizaje, hubo momentos en los que me deprimí muchísimo. Después, hay momentos en que no me molesta”, dijo además en esa oportunidad en la que dejó boquiabiertos al resto de los invitados, a un abismo generacional de la suya.
