Las versiones indican que Benjamín Vicuña y Romina Pigretti son pareja hace tres semanas. Incluso, que el vínculo avanzó tan rápido que compartieron un almuerzo familiar en el country Tortugas, en Zona Norte. Después de mucho tiempo, el actor chileno, ya con dos meses de separado de la China Suárez, se reencontró con la empresaria de indumentaria en un evento social y ese fue el puntapié para que se “pongan en contacto”.
Después de esos encuentros rodeados de gente, Benjamín y Romina empezaron a charlar por teléfono hasta que arreglaron juntarse y empezar un acercamiento cara a cara, que lleva menos de un mes. Pero que haría que Vicuña estuviera muy entusiasmado con la relación que está concretando con la ex socia de Mica Tinelli y ex esposa del dueño de uno de los restós más caros de Buenos Aires, al punto de ya planear una mudanza por su nueva pareja.
Porque Pigretti vive en Barrio Parque, una de las zonas mas caras de Capital Federal, mientras que Vicuña por ahora está en Palermo, y para tener mas cercanía con su nuevo amor ya estaría buscando casa en el mismo lugar, así las distancias entre ellos se acortan.
Pero más allá de eso, Benjamín reconoció conocer a Romina, haber compartido salidas con ella tanto de día como de noche e incluso que le resulte muy agradable. Por estas horas, el chieno dejó de seguir a su ex pareja y mamá de dos de sus hijos en redes sociales.
Quizá por prudencia, porque la pareja es reciente y cuando arranca no se sabe exactamente el rumbo ni la durabilidad que tendrá o porque él tiene hijos chicos aún -Amancio de poco mas de un año, sin ir muy lejos-, es que le puso un “freno” a ponerle títulos a la relación.
En diálogo con Pía Shaw, para Los ángeles de la mañana, Vicuña aseguró: “fueron dos almuerzos y una cena”. Parece que comieron perdices, y fueron felices.
