Pincel. Batea. Pinturas. Y lienzo. Eso usa, porque es artista y pinta con las manos, el alma y el corazón. Músculos, ojos claros, barba candado y una sonrisa deliciosa. Todo eso porta, convirtiéndose para los hombres y las mujeres que lo descubrieron gracias a su hermana en una verdadera obra de arte.
Juan Manuel Martino es el hermano de la periodista Majo Martino y esta semana ganó fama y trascendencia en el mundo virtual a partir de que la cronista le propuso a Nati Jota, una de las chicas del momento, que le diera una oportunidad para salir, conocerse y pasarla bien.
Pero Majo no le mandó un WhatsApp a Nati. Se hubieran enterado ellas dos y nadie más. Se lo escribió en Twitter, y encima lo acompañó con una foto de "Juanma". Más que una foto, con un "cuadro". Se le veían el torso trabajado, los tatuajes furiosos, el rostro iluminado. Todo. Enseguida el muchacho fue furor. Era obvio.
Nati tardó poco en reaccionar. Se excusó de conocerlo porque "juré que al próximo no lo iba a mostrar tanto como al anterior" y muchas y muchos celebraron que se hiciera a un costado. Unas cuantas famosas se anotaron como para dejarle el celular disponible primero a Majo, pero sobre todo a Juan Manuel.
Cuando hablá de su ex, Nati Jota se refiere a Bruno Siri, un rugbier nacido en Chaco y ahora afincado en Buenos Aires -allá jugaba para el club Curne, acá para el CASI- que también tiene el cuerpo totalmente trabajado. El último fin de semana, trascendió que Bruno empezó una relación con Ivana Nadal, nada más y nada menos.
Pero ese, a decir verdad, no fue el motor del escándalo. Lo que más urticaria generó fue la supuesta "Icardeada": hay quienes dicen que Ivana y Nati eran amigas. La modelo se encargó de desmentirlo fervorosamente. La influencer, en cambio, fue menos enfática y dijo, en cambio, que "teníamos muy buena onda y nos conocíamos bastante".
La batalla continuó en los medios. Nati pasó por algunos programas para decir lo que sentía, mientras Ivana contestó a pura foto y declaración en su cuenta de Instagram. Se vieron abrazos, besos y palabras tales como "bebito" y "cuanto amor". Bruno no dijo nada. Por ahora, él solo disfruta.
Pero volvamos a Juan Manuel. Es un fanático del trabajo en el gimnasio y del cuidado de su cuerpo, al que ornamentó con un sinfín de tatuajes en sus piernas, en el torso, en los brazos y en la espalda. Puede pasarse horas haciendo fierros y el resultado de toda esa tarea salta a la vista.
Además, es un aventurero. Buen amigo de sus amigos, gusta de viajar y de la buena vida. Le encantan la música y la aventura. Con semejante carta de presentación, el "timline" de Majo se lleno de propuestas, de pedidos y de sugerencias. Las hubo graciosas, irreverentes y desfachatadas. Para todos los gustos.
Incluso, muchas le pidieron a Nati que reconsiderara la negativa original y le diera una chance al muchacho, que en sus redes sociales no emitió ninguna opinión. Bien por Majo, una hermana pata y nada celosa.
Al fin y al cabo, Juan Manuel es una pinturita.
