Para Carmen Barbieri, no está todo terminado entre Luciana Salazar y Martín Redrado. Experimentada y "sabia" en cuestiones afectivas y de la vida, la comediante está convencida de que "donde hubo fuego cenizas quedan", y después de escuchar una nota que le hicieron a la explosiva rubira de oro dio su terminante veredicto: "si soy Lulú Sanguinetti y oigo esto, le hago un escándalo a Redrado", gritó.
Para algún desprevenido que recién llega: la aristocrática, muy rubia y sofisticadísima Lulú Sanguinetti es la actual pareja del ex presidente del Banco Central y la mujer que se convertirá en su esposa en un puñado de días: el economista se casará con ella en una fastuosa ceremonia de 72 horas de duración que tendrá lugar a orillas del Lago di Como, en Italia, en uno de los hoteles más caros y lujosos de esa glamorosa y despampanante región.
Redrado y Sanguinetti llegarán a la ceremonia después de sortear "mil escollos" y un número todavía mayor de escándalos públicos que él arrastra dese que se puso de novio con Luciana Salazar. La relación -la que tuvo con Luli, no la de Lulú, porque para embarrar todavía más la cosa hasta apodos parecidos tienen las dos- fue conflictiva desde un primer momento.
En esas épocas de inicio volcánico y a todo galope -o cabalgata, según los entendidos- se decía que Salazar no era aceptada por los hijos de Redrado, a quien les habría caído mejor la otra famosa que visitó sus sábanas: Amalia Granata. Pero el "Big M" cortó con la actual diputada santafesina y volvió a los brazos de Luli Pop. Se quisieron con locura y, para muchos previsiblemente, de igual forma terminaron la relación. En medio de un batifondo de novela.
Pero a pesar de "ir y venir" todo el tiempo, él acompañó el proceso de maternidad que siguió ella. La llegada de Matilda pareció poner un poco de paz, pero enseguida volvieron las rispideces y siempre sobrevoló la duda acerca de si él es o no el padre de la nena. Recientemente, los dos lo desmintieron. Pero ahora Salazar volvió a hablar y a decir un montón de cosas sobre él. "No sé cómo no se la cae la vergüenza y duerme tranquilo después de mentir tanto. Se metió con mi hija y ese es el límite, no se lo voy a perdonar nunca", dijo en Mañanísima.
Decidida, Carmen tomó la palabra y opinó sin dudar. "Pero acá sigue habiendo una conexión. Es muy evidente. Yo se, de muy buena fuente, que ellos fueron una pareja extremadamente apasionada. Que estaban todo el día... ¿Ustedes me entienden, no? Y bueno, eso se nota en cada cosa que dicen. Están todo el tiempo hablándose para el otro. El fue el gran amor de ella. Ojo, que donde hubo fuego cenizas quedan. Y eso lo veo acá. Yo, si soy Lulú Sanguinetti y escucho estas declaraciones de Luciana, le hago un escándalo a Redrado porque acá está diciendo muchas cosas", señaló.