En mayo, los rumores daban cuenta de que el amor estaba nuevamente golpeando la puerta del corazón de Celeste Cid (35). Luego de romper su relación con el actor Michel Noher, padre de su hijo Antón, la actriz se refugió en sus hijos –también tiene a André, fruto de la relación con Emmanuel Horvilleur– y en su trabajo. Hubo un tiempo en el que no quiso saber nada con los hombres. En que su pasión pasó por otro lado. Sin embargo, el tiempo transcurrió, curó heridas y se permitió darse una oportunidad.
Abierta a que esto suceda, apareció en su vida Iván Pierotti (30). La relación empezó a crecer dentro de la intimidad, puertas adentro. A diferencia de otras relaciones, parece haber cambiado la estrategia. Nada de salir a gritarlo a los cuatro vientos ni nada por el estilo. No es porque no lo sienta, sino porque le da cierto pudor hablar de amor. Recién cinco meses más tarde, a principios de octubre, se animó a contar que estaba de novia con este muchacho, que es artista audiovisual y sus amigos le dicen Ivi.
Aunque, para sorpresa de muchos, manifestó que la relación ya lleva casi un año. “Estoy en pareja, es la primera vez que lo digo. Me gusta poder decirlo, pero no quiero detallar mucho. Me da vergüenza”, le contó semanas atrás a La Nación. Según sus palabras, necesitaba volver a confiar, recuperar energías, y esto parece que se lo da Iván.
“Estoy muy feliz, muy bien. Me permitió delegar y sentir confianza en el otro. Es una hermosa sensación, la estoy disfrutando. Es importante estar con alguien que te dé confianza y que te demuestre solvencia y solidez. Alguien que uno sepa que está para lo que se lo necesite. A mí no me ha sido fácil encontrar eso. Ni siquiera es algo charlado. Encaja por naturaleza y es súper bienvenido”, destacó de este presente luminoso.
¡Salió el sol!
Sorpresivamente, hasta el momento no existían fotos de la pareja, pese a estar consolidada y transitando por un gran presente. Los chicos se cuidan mutuamente y exponerse lo justo y necesario parece ser la premisa. Pero llegó la primera, el sol que invita a salir y hacer cosas al aire libre, y el amor que comienza a florecer ya y de una vez por todas, puertas afuera. El pasado fin de semana anduvieron paseando por el barrio de Palermo.
Con su atuendo, las dos trencitas en el pelo y los labios pintados de rojo furioso, se robó todas las miradas. Pese a estar en la calle y más allá de que dice ser algo tímida para estas cuestiones, no dejaron de desplegar un abanico cargado de romanticismo. Caminaron de la mano y los mimos y besos se hicieron presentes en cada esquina, cuando tenían que esperar para cruzar la calle.
En un momento de la tarde, la actriz se dio cuenta de que la estaban fotografiando, y eligió responder a los flashes con una sonrisa. Ya no elige enojarse o cosa por el estilo, como en otras épocas. Hoy su vida pasa por otro lado y la plenitud con la que vive la relaja y la hace caminar con los pies sobre la tierra.
