Hace un año la vida del conductor e hincha fanático de Racing Club distaba mucho de su presente, tanto a nivel personal como sentimental. El verano pasado el animador de Morfi se encontraba soltero, saliendo adelante de una separación que lo tuvo bastante mal y buscando reencontrarse. Es que luego de casi 15 años de casados con Karin Rodríguez (39), su esposa desde 2010 y madre de su hija Delfina, la relación llegó a su fin y dicha ruptura lo llevó a atravesar un período difícil.
Ante ese panorama, Leandro Leunis (39) emprendió un viaje solo por España, luego realizó un retiro espiritual y encontró su cable a a tierra en el deporte. Ya con nuevo look de cabellera rapada y antes de sumarse a las mañanas de Telefe, a comienzos de 2019 el Chino expresó en sus redes sociales: “De todo se aprende. Y si a eso le sumamos la sabiduría que sólo consigue el tiempo, ahí tendrás una gran enseñanza”. Vaya uno a saber cual será ese aprendizaje de lo vivido que él aprendió. Pero lo que sí le trajo ese tiempo… es un nuevo amor.
Un amor que llegó y que decidió blanquear en junio, cuando fueron sorprendidos y fotografiados en una salida en familia al Cirque du Soleil y fue primicia de Paparazzi. Poco después, el propio Leunis subió a las redes sociales una foto junto a su nueva compañera, oficializando así la relación con María Magdalena, una mujer de su misma edad y madre de cuatro hijos.
El tiempo pasó, el amor creció y el Chino y Maca (como la llaman) llevan ya ocho meses de relación que disfrutan y comparten también con los seguidores que bancan este nuevo romance.
Así, el 2020 comenzó de manera diferente para el muchacho oriundo de Haedo quien, tras finalizar el ciclo de las mañanas del canal de las pelotas, compartió un verano familiar en Cariló, disfrutando de las playas de la costa argentina junto a su hija. En ese marco el conductor pudo relajarse y disfrutar de sus afectos y cargar pilas para lo que según él será un 2020 muy prometedor con proyectos laborales en la pantalla de Telefe.
“Haciendo una comparación con el verano de 2019 considero que crecí mucho y aprendí un montón. Este 2020 me encuentra mucho más maduro”, confiesa desde un hermoso lugar ubicado en zona norte donde descansa junto a su actual mujer, y disfruta y comparte con sus seguidores postales y mensajes como: “Estas tardes de verano son maravillosas junto a Maca. Aprovechar para pasar tiempo al aire libre es maravilloso. Sobre todo si es con buena compañía”.
Sus pasiones. Fanático del runner, de andar en bicicleta, de alentar a Racing Club y de practicar algún que otro deporte más, Leunis suele realizar esas actividades por su barrio. Sin embargo, este febrero, tras veranear en Cariló, el paisaje de sus posteos resultó diferente ya que se encuentra descansando con Maca en la zona de San Isidro.
Aunque el lugar y el paisaje cambian, no sucede así con sus hobbies. Por eso, mediante una publicación en la que se lo ve con su bici al hombro delante de un espacio con mucho verde, escribió: “¡Saben que amo correr! Recién acabo de hacer 1:10 horas a un ritmo mucho mayor al que esperaba. Ahora subo a las historias para compartírsela. Pero la verdadera razón de este post es contarles que hoy mismo decidí retomar un viejo amor de la infancia: la bicicleta”.
Lejos del estrés, las presiones y los compromisos, el Chino se encuentra cmpletamente relajado y dusfrutando de la naturaleza y de su novia Magdalena.
Le pico el bichito… ¿del amor? Con una sonrisa y los ojos más achinados que nunca por el reflejo del sol, Leunis se retrató junto a Maca, abrazados en una pileta ubicada, por lo que se puede ver, en medio de un campo. Es una divertida secuencia de lo que vivieron durante la producción fotográfica: “¡Estás haciendo una foto linda con la más linda y aparece un tábano y lo arruina todo!”, explicaba el animador al publicar la secuencia del momento en que el insecto le picó el brazo.
Así, a su manera, y lejos de brindar muchas más declaraciones a los medios en cuanto a su vida sentimental, el Chino prefiere no ahondar en el tema, pero fiel a sus convicciones grita este amor a los cuatro vientos… y en las redes sociales. Una manera de contar hasta donde quiere, pero de amar y compartir como puede.