Eran épocas doradas para Marcelo Tinelli, Showmatch y el Bailando por un sueño. Llegar a 30 puntos de rating no era una hazaña ni una proeza inalcanzable, sino algo de todos los días. La pista ardía con bailes desenfrenados, polémicas, peleas, un jurado de lujo y la explosión de los romances más candentes de la época. Había para todos los gustos. Incluso, para uno que protagonizó el mismo conductor con la cordobesa Coki Ramírez.
Coki llegó al estudio casi de casualidad, acercada por su comprovinciano Fabio La Mole Moli, a la postre consagrado por el voto popular como el campeón de aquel certamen. El flechazo con Marcelo fue inmediato. Y el coqueteo, interminable. Como cuando se sienta frente a la tele para ver sus novelas preferidas, "medio país" aguardaba, cada noche, que llegara el beso entre los dos.
Esta semana, a una década de aquella historia que sacudió al planeta farandulero, Coki fue invitada a PH, el programa de Andy Kusnetzoff, y desempolvó aquella historia de amor que paralizó a los corazones de millones de argentinos. Ninguno de los invitados ni el propio periodista se sorprendieron: había que vivir muy alejado de la realidad para no saber que entre Tinelli y Coki pasó algo fuerte.
Ya no son tiempos gloriosos para el hombre de Bolívar. La temporada 2021, que cortó con 18 meses de ausencia, arrancó con buenos números pero nunca se sostuvo. Así, de los casi 20 puntos de la primera emisión y los 15 de promedio de la semana inicial se llegó a los 8 o 9 de la actualidad. Como nunca antes, a Tinelli lo corrieron de horario. Primero de las 21:15 a las 22, y ayer lo pasaron a las 23. El recuerdo de aquellos días, entonces, se agiganta.
Aquel romance tan mediatizado tuvo muchas aristas. Una de ellas fueron los regalos que Tinelli le hizo a Coki y que, de alguna manera, le llenaron el corazón de alegría y le encendieron el cuerpo. El más recordado fue, si se quiere, el más tierno de todos. Tinelli le obsequió a la cantante un hermoso perro marrón al que ella adoptó con todo gusto y cariño. Lo llenaron de besos adelante de todo el mundo.
Pero ese dulce y encantador pichicho no fue lo único que Marcelo le dio a Coki, por supuesto. Muchos recuerdan las flores y los bombones, pero hubo otro que fue muy llamativo y celebrado en ese entonces. Tinelli le dio un baby doll con encaje y le dijo "para que te acuerdes de mi cuando te vayas a la cama". Eran otros tiempos, otras mentalidades y otra televisión.