En un recorrido casi "celestial", Gastón Dalmau salió de Casi Angeles y ahora volará hacia Los Angeles. Como en la novela, al actor lo espera allí un amor, la persona más especial de su vida, con quien va a compartir los premios que ganó en MasterChef Celebrity: el trofeo que lo consagró como campeón del certamen, y el 1.200.000 pesos que no serán una fortuna (unos 8.000 dólares no hacen la diferencia en los Estados Unidos) pero ayudan, y cómo...
En el departamento que comparten en una barriada residencial de esa ciudad recostada sobre la costa oeste de los Estados Unidos, a orillas del pacífico y cerca de Hollywood, ese destino con el que sueñan los artistas de todo el mundo, está José Navarro, el joven español con el que Gastón transcurre y disfruta su historia de amor. Ahora a la distancia, pero casi siempre en cuerpo y alma.
"A mi amor que está en Los Angeles, allá voy y llevo esto" celebró Gastón cuando fue anunciado como campeón de la segunda edición de MasterChef, ocupando el trono que hasta ahora solo tenía sentada allí a Claudia Villafañe. estaba en lo cierto el galancito. Su inesperado triunfo fue tan celebrado en la Argentina, por él y su legión de fanáticos, como en los Estados Unidos, donde José se sumó a las celebraciones con un tierno mensajito y con una cálida felicitación.
José es un joven español que un día decidió salir de su país para probar suerte en los Estados Unidos. Y mal no le fue: además de cruzarse con el amor de su vida al conocer a Gastón, encontró trabajo y hoy es programador y CM de la cadena de cines IMAX, una de las mas importantes de ese país y una de las pocas que pudo superar con cierta holgura el cierre total al que obligó la pandemia de coronavirus. Recién ahora, como en todo el mundo, están volviendo a la actividad.
Según aquellos que lo conocen y se animaron a dar algún indicio sobre su personalidad, José es un muchacho encantador, dulce, tierno y muy buen anfitrión. Tiene su personalidad también, aunque es mucho más de superar sus berrinches o sus enojos con inteligencia y con razonamiento. Con Gastón, que es mayor que él, lo consideran cariñoso y un compañero compinche y cálido. Hasta ahora, cuentan, no han tenido crisis y pudieron llevar de la mejor manera la distancia a la que los obligó el realitie, una de las primeras pruebas grandes que enfrentó la pareja.
Gastón y José, que habla perfecto el inglés y también es amante de los viajes y la naturaleza, comparten tiempo, espacio, sueños, gustos, preferencias, un proyecto de vida y algo fundamental para los dos: el amor por los perros. Juntos crían a Roger, un "terrier" que rescataron en Nueva York y forma parte de su vida desde entonces. Para él también, dicen, fue la dedicatoria de Gastón cuando levantó el cetro que lo consagró como el mejor y más querido de los participantes de MasterChef.