En el mundo del fútbol parecen haberse puesto de moda las infidelidades de los protagonistas, los perdones de las mujeres engañadas y en el medio de las dos situaciones los gestos desesperados de los maridos que ven peligrar su estabilidad matrimonial. Arrancó con Wanda Nara y Mauro Icardi, siguió con Rodrigo De Paul y Camila Homs, y ahora se conoció el caso -quizás el más antiguo de todos- de Marcelo Gallardo y Geraldine La Rosa.
Según lo que trascendió en las últimas horas, el entrenador de River, considerado el mejor de la Argentina, uno de los más cotizados del continente y ubicado entre los primeros 20 o 30 de todo el mundo, logró enderezar su andamiaje familiar después de que su relación de pareja "de toda la vida" se ladeara para un lado y para el otro por diferentes motivos.
Según se supo, la pareja del "Muñeco" y Geraldine La Rosa tambaleó cuando ella supo de un affaire de él con la periodista deportiva Alina Moine, quien cubrió muchas de las alternativas de River como presentadora de la cadena televisiva Fox Sports. Según los comentarios que se escucharon tanto en los pasillos del estadio Monumental como en las oficinas de la emisora, la esposa supo del entrevero y amenazó con poner al dt "de patitas en la calle".
Cuando Geraldine La Rosa, su mujer de toda la vida, estaba más dura en la negativa a perdonarlo, Gallardo hizo de todo para ablandarla. Por ejemplo, aceptó contratar a su cuñado, el hermano de su esposa.
Gallardo reaccionó rápidamente, cortó el vínculo con la rosarina y consiguió, al cabo de un "trabajo largo y fino", la aceptación de su esposa y la posibilidad de seguir adelante con el vínculo. La que quedó dolida y muy mal de ánimo, cuentan, fue Alina Moine, quien ni antes ni después de los rumores se refirió al hecho ni jamás, curiosamente, presentó pareja.
Pero ahora se supo algo que debió hacer Gallardo para "ablandar" a Geraldine cuando todavía estaba "dura" en su negativa. Entre otras cosas, el "Muñeco" tuvo que incorporar al cuerpo técnico de River al hermano de su mujer, es decir a su cuñado, un muchacho de conocimientos futboleros muy importantes y muy profundos que se llama Jonathan La Rosa y que, como Geraldine, era vecino de Marcelo.
En realidad, Gallardo logró que Jonathan La Rosa ingresara como entrenador de las divisiones inferiores de la entidad de Núñez, allí por donde pasan todos los jóvenes que sueñan con triunfar en primera. Ahora, que se produjo la vacante en la reserva (es decir, el equipo que le sigue al de la primera), el entrenador decidió que "Jony" pase a ser su director técnico, por lo que tendrá contacto prácticamente diario con su cuñado. La Rosa tiene su capacidad. nadie lo duda y lo podrá demostrar cada semana, pero que el amor moviliza al mundo... nadie lo duda.
