Ese amor sólido, que lucía como una siembra cálida y un encuentro de dos almas destinadas a compartir el camino de la vida se disipó. Ha transcurrido un tiempo prudencial desde que se disolvió la pareja que configuraron Luciano Castro y Flor Vigna, una separación que generó un cimbronazo.
La bailarina se explayó en infinidad de ocasiones, ya sea en entrevistas televisivas o en sus redes sociales, caso diametralmente opuesto al actor, que siempre optó por el perfil bajo y resguardar su privacidad. Hasta ahora. El famoso rompió el cerco del silencio y habló a fondo de la ruptura sentimental.
Bajo las vibras positivas de un semblante amable y de predisposición, Luciano charló largo, y tendido, con una maraña de cronistas que lo esperaron en la puerta de Olga, la plataforma de streaming de Migue Granados, donde estuvo de visita en el ciclo de Elizabeth Vernaci, una de sus ex parejas.
Envuelto en una sinceridad honda, Castro focalizó en los comentarios hirientes que recibió durante el noviazgo con Vigna y descargó con altura: “Me ningunean todo el tiempo. Tengo más de 40 años de trayectoria y me ningunean, se ríen de mí. Y de lo que hice con Flor (Vigna). Si Flor me hubiera pedido que salte del trampolín, lo hubiese hecho. Enamorado de mi novia, lo hubiera hecho”.
LUCIANO CASTRO REVELÓ QUE SUFRE EL DUELO POR LA SEPARACIÓN DE FLOR VIGNA
Además, el actor también se exhibió vulnerable y afloró sus sentimientos en cámara al describir el proceso de duelo que atraviesa por el fin de esa historia de amor. “Estoy cada día mejor, sigo hablando, nadie está bien después de una separación. Con la madurez uno sabe que si no va no va, pero me costó”, reconoció.
Desenvuelto, con una atípica predisposición a iluminar detalles de su privacidad, Luciano reveló que mantiene contacto con Vigna y narró: “Me alivia poder hablar con ella, siempre en buenos términos y más que nada para saber cómo va la evolución, siempre hablamos de evolución no de retroceso”.
Y para concluir, el protagonista de una inmensidad de éxitos televisivos especificó con total claridad la angustia que late en su interior por este presente emocional: "Estás triste siempre, aunque tengas quince, cuarenta o sesenta años".