¿Alberto Migré? ¿Enrique Torres? ¿Ernesto Korovsky? No, ninguno de ellos. Ninguno de los autores de telenovelas argentinos más famosos escribió lo que sucedió en LAM, pero podrían haberlo hecho tranquilamente: Angel de Brito recibió un llamado, lo atendió al aire, balbuceó tres o cuatro preguntas sin dar a conocer la identidad de quien estaba del otro lado, le pasó el teléfono a Pepe Ochoa y pocos segundos después, con el suspenso a tope, dio pistas muy concretas de lo que le habían "chimentado". Efectivamente, sería la bomba del año. ¡Qué guión! ¡Y qué actorazos!
Poco a poco, LAM ha ido modificando sus estructuras. De ser un programa netamente informativo y de reportajes pasó a ser otro más descontracturado y donde "todo puede pasar" siempre dentro del ámbito de la farándula y el espectáculo, por supuesto. Por ejemplo, muchas veces "la nota" fueron charlas entre las propias angelitas y el conductor, donde las chicas sacaron a la luz sus peleas, sus alianzas, sus odios, sus broncas, sus angustias, sus problemas personales y sus miserias.
En ese tren de modificaciones hasta entraron hombres, algo impensado hasta poco tiempo atrás: Pedro "Pepe" Ochoa pasó de la producción al sillón y se sentó junto a la estrella de Twitter Fefe Bongiorno para conformar el dúo "Las Suricatas". En un principio tímidos, se volvieron protagonistas casi centrales del ciclo a tal punto que De Brito tomó a Ochoa como "mi asistente" cuando recibió el llamado.
La semana pasada, De Brito estaba al aire cuando fue contactado por Wanda Nara. La entrevistó ahí nomás y logró "la nota" del verano, ya que la ex vedette destrozó a Icardi, a la China y también dio la pauta de que las cosas con L-Gante no venían del todo bien. Lo del "llamado en vivo" pegó y parece que quedó como formato posible para un momento del programa, así que volvió a suceder: Angelito miró su teléfono y dijo "está sonando". Al toque, atendió y preguntó quién le hablaba. Empezaba "la fase Migré", o "Torres" o "Korovsky" del programa. Aplauso, medalla y beso.
EL ENIGMATICO LLAMADO QUE RECIBIO ANGEL DE BRITO QUE LE PASO LA BOMBA DEL AÑO
"Hola, quién sos" preguntó Angleito. "Sí, si, ya sé, entiendo, y contame" siguió en una "actuación" que debería ver Luis Ventura como para pensar en uno de los tantos Martín Fierro que se entregan ahora. Revelación, actor de reparto, protagonista. Cualquiera. Y siguió: "Si, si, habría que ver y chequearlo. A ver... esperá, esperá que te aso con mi asistente. Vení, Pepe, a ver que te dice" siguió "a lo Matthew McConaughey".
Pepe agarró el teléfono, salió del aire por un instante pero rápidamente volvió a escena con el teléfono y un recado para De Brito. Angel lo escuchó, miró al techo, recorrió con sus ojos todo el panel, meneó la cabeza y a medida que el misterio iba creciendo tiró un dato tremendo: "Es alguien que trabaja con Icardi. ¿Qué es lo único que le falta a este caso? Lo único, lo que completaría todo". Alguien arriesgó por ahí "un bebé", y Angel tiró como quien no quiere la cosa "y bueno, hay que chequearlo". No bajó el telón, pero era lo único que faltaba. Como se decía antes, ¡Al Colón, al Colón!
