Volvió a robarse todas las miradas por cuestiones personales, por acciones de su intimidad, por embeberse en las mieles de emociones fuertes con famosos. La China Suárez sacudió todo el mundo del espectáculo y captó la atención de la sociedad con una maniobra muy particular.
Hace tres meses que el país encontró un nuevo ídolo deportivo, un personaje que tracciona entre los jóvenes y los grandes: Franco Colapinto. El aterrizaje del piloto en la Fórmula 1 rompió todo lo establecido y lo catapultó al centro de fascinación y ahí posó su interés María Eugenia.
La modelo también sintió deseos por el conductor de Williams Racing y se lanzó a un encuentro íntimo y muy privado. ¿Cómo? La China viajó a Madrid para pasar la noche con Franco y varios celulares la filmaron saliendo del departamento del deportista, a horas nocturnas.
Tras la viralización de esas pruebas contundentes de un romance incipiente, Suárez regresó a Argentina y en los pasillos del aeropuerto de Ezeiza se topó con el ingenio de Santiago Sposato. El cronista caminó a su lado y le transmitió una montaña de preguntas, que probablemente la incomodaron.
LA CHINA SUÁREZ VOLVIÓ DE MADRID TRAS SU NOCHE CON COLAPINTO
Con el arte de ignorar, esa actitud que suele ejecutar cuando no quiere hablar de su vida, la China no esbozó ni una sola respuesta. Sin embargo, el movilero le consultó: “Eugenia, buenas tardes. ¿Cómo estuvo ese viaje por Madrid? ¿Sabés que está todo el país hablando de tu video con Franco en Madrid?”.
Santiago intentó una y mil veces: “¿Algo que aclarar de ese video? porque se dicen muchas cosas. ¿Fuiste especialmente a verlo a él? ¿Estuviste siguiendo todo lo que se dice acá? ¿Sentís que todo el tiempo te están juzgando por tus relaciones?”. Hasta que encontró una pregunta incisiva: “¿Te hospedó? ¿Te ahorraste el alojamiento por lo menos?”.
Ahí, María Eugenia le clavó una mirada picante, como enojada por la suposición del movilero. “¿Te invitó a comer? ¿Pagó él? ¿Te molesta que todo el tiempo te estén juzgando si salís con alguien, si no? Está Mauro (Icardi) en Buenos Aires, ¿puede haber un mensaje?”, insistió el periodista.
Tras el silencio de la famosa, Sposato reflexionó en el estudio: “Yo creo que hay que saber leerlas. En el momento en el que más molesta se mostró o que me hizo una mirada fue cuando le pregunté por el alojamiento en Madrid”. Mariana Fabbiani le manifestó a su compañero: “Sos insoportable, Santi. Increíble tu trabajo, te felicito, pero sos insoportable. No se te acaban nunca las preguntas”.
