Eduardo Costantini es uno de los hombres más ricos de la Argentina. Y en el mundo debe estar entre los 1.000 que más plata tienen. Se casó con la joven modelo Eliana Fernández cuando ya había amasado su gigantesca fortuna, y junto a ella la disfruta en el lugar del mundo donde lo encuentren los acontecimientos.
En las últimas horas, para el cumpleaños 31 de ella, estaban en Palm Beach, una de las zonas más exclusivas del sureste de los Estados Unidos. Si Miami es, en sí, una ciudad plagada de residencias y de casas extraordinarias, Palm Beach es algo así como su "barriada" más coqueta y más espectacular. Para donde se mire se ven aguas turquesas y edificaciones magníficas.
En ese marco casi de película fue que "ambientaron" el generoso living de la propiedad que ocupan con globos, flores y el número 31 formado con helio. Una torta, comprada en la mejor "patisseerie" de la zona, y un par de botellas del mejor champán vertido en dos copas de cristal completaron el paisaje de la celebración. Tanto él como ella pusieron un celular a filmar, y retrataron para siempre el mágico momento.
Eliana cumplió 31 años. El tiene 74 y es uno de los hombres mas ricos del país. Cuando se casaron, a ella la acusaron de "amarrarlo" con un gualicho conocido como "agua de tanga".
Costantini, de 74 años, parece rejuvenecido al lado de Eliana, a quien en su momento acusaron de "sacar ventaja" al casarse con un hombre que le llevaba 43 años y cientos de millones de dólares en la cuenta bancaria. "Usó un gualicho conocido como agua de zanja" se dijo en ese momento. Pero a ellos no les importó y dieron rienda suelta a sus sentimientos como si el resto del mundo no existiera, mirara ni comentara nada. Tanto que el noviazgo le dio paso al casamiento, y el casorio a los rumores de embarazo que, por ahora, no se concretaron.
Sonriente, dichoso, alegre, Costantini le cantó a Eliana el feliz cumpleaños, le pidió que se acordara de los tres deseos, se excusó de no soplar las velitas junto a ella porque "es tu cumpleaños, no el mío", y los dos, como si fuesen adolescentes transitando el comienzo de una relación efervescente, repitieron dos veces la oración que transformaron en su frase de cabecera: "Por siempre y para siempre, vos y yo". Además, le repitió que "sos el gran amor de mi vida".
"Hapy birthday, my dear" ("Feliz cumpleaños, querida mía") es lo único que se escucha en inglés. Y bueno, los dos son argentinos y no hace falta andar hablando en otro idioma cuando están solitos. ¡Aaaaaaadentrooooo!
