Los rumores sobre la vida de la China Suárez y Benjamín Vicuña aparecen con una frecuencia similar a la que se habla, por ejemplo, de las vacunas contra el covid, de los refuerzos de Boca o del rating de Tinelli. Son incesantes: que están bien, que se pelearon, que están distanciados, que se separaron, que ella se fue, que él volvió, que discutieron con uno, que se amigaron con otro... En las últimas semanas, la versión fue fuerte y dijo que ella estaría esperando el tercer hijo de la pareja.
La información encontró a la actriz, una viajera permanente y empedernida, disfrutando unos días de descanso en Miami, uno de sus lugares preferidos en el mundo. Allí lo pasa bien, siempre, a pesar de que ahora, por ejemplo, enfrentó una seguidilla de días con tiempo poco propicio para la vida playera. Está fresco, hay viento, se pone nuboso y a veces hasta llueve. Pero en medio de ese paisaje que tanto le gusta para ella no hay peros ni reveses.
Una de esas tardes, la China le puso buena cara al mal tiempo, como aconseja un refrán que probablemente no conozcan en el norte del continente, y a bordo de una embarcación que salió a surcar los mares y enfundada con una bikini blanca y una bata al tono mostró su pancita tal cual está hoy.
En medio de una tarde borrascosa y de un ventarrón que daba un poco de miedo, la muchacha se paró en la proa de la embarcación y mientras la nave aceleraba rumbo a un horizonte embravecido ensayó una serie de movimientos que parecieron seguir una música distinta a la que producen las olas y el viento. El "zucundum zucundum" de Donald que acompañaba esa frase esta vez no se escuchó.
Una vez terminada la travesía, en el sosiego y la calma chicha de su hogar, la China editó las imágenes en un simpático video que luego colgó en su instagram, donde rápidamente 180.000 "me gustas", algo así como 4 canchas de River llenas de gente aplaudiendo tanto su silueta como sus movimientos. Junto a la filmación escribió "Día inolvidable. Gracias a la pareja argentina que nos permitió dar el paseo". Estaba contenta.
Por algunos gestos que se vieron en el video se hace difícil pensar en un embarazo. En un momento, la China toma una soga y hace mucha fuerza como si estuviera ayudando a amarrar el bote, algo poco aconsejable para una mujer que está en los primeros meses de gestación. Pero con ellos nunca se sabe. Porque así como se multiplican los rumores, después abundan las novedades.
