Miles de kilómetros, otro subcontinente, una ciudad equidistante y un bar perdido en ese contexto. Ninguna medida de discreción alcanza para evitar los celulares curiosos, principalmente para los famosos, aquellas personalidades que navegan por el inconsciente colectivo.
Brenda Asnicar cayó en las garras de la tecnología, de esa capacidad de disponer de una cámara en la mano con los dispositivos y fue capturada en plena velada muy intimista con un empresario argentino en Miami. La particularidad es que se trata de Tomás Constantini.
La cantante se encontró con el hijo del magnate en tierras estadounidenses y la fotografiaron en situaciones de extrema complicidad, lo que permite construir un cuadro de una especie de cita romántica, de una juntada de dos almas con intenciones de pasarla bien.
La noticia se viralizó a partir de las pruebas que recopiló Gustavo Méndez, quien publicó las imágenes de Asnicar y explicó el entorno de esa cena: “Romance en Miami. Empiezo desde el final. Tras estar toda la noche juntos en un resto cenando, sin besos pero mucha química, sonrisas, toqueteo de manos. Así se fueron del lugar".
En esas stories, el comunicador enfatizó en el modo en que se retiró Brenda con el heredero de Eduardo Constantini y redactó: "Él llevándola de la cintura. Ella una bella cantante y actriz, y él un empresario conocido y con hijos. Estuvieron anoche sentados muy cerquita uno del otro sobre la barra del bar Havana 1957 de Miami. Y como vieron en la historia anterior, él la tomaba de la cintura para salir desde la barra hasta la salida".
