Un rumor sin datos que lo sustenten suele quedarse en eso. En un simple y solitario trascendido. Pero una versión a la que la suceden una tonelada de precisiones se vuelve prácticamente una verdad de hierro. El run run de que entre Benjamín Vicuña y Luciana Salazar ya es mucho más que eso: una lluvia de agregados le dio bases sólidas donde apoyarse. Y parece que pasó algo nomás.
Paula Varela, panelista de Intrusos (la primicia surgió en Los Escandalones, el programa que conduce Rodrigo Lussich, también líder del ciclo de los mediodías) contó "de fuente directa" cómo fueron los sucesos que derivaron, según lo que contaron ayer, en que Vicuña "secara sus lágrimas en las sábanas de la Salazar".
Según la información brindada por la periodista, Vicuña y Salazar efectivamente coincidieron en la inauguración de un restaurante "cinco estrellas" de prestigio internacional. El no quería ir, pero lo terminó convenciendo Luciano Cáceres, viejo compañero de aventuras teatrales y televisivas. Luciana también llegó acompañada y fue, según cuentan, uno de los centros de atención de la noche.
"Me cuentan -agregó la especialista- que estuvieron pegoteados toda la noche, que no se podían separar ni un segundo, y que se hablaron al oído tanto tanto que se los incendiaron. Fue una jornada muy caliente. Había muchos testigos, la mayoría gente muy famosa", dijo.
"Lo que me están contando, también, y es algo feo, es que él la habría ido a buscar él sabiendo que esto va a ser noticia y le va a llegar a la China, porque está bastante tristón y quiere que ella tenga un poco de celos".
Si bien Karina Iavíccoli dijo que a ella le contaron que la que lo fue a buscar fue ella y no al revés como se dijo, Varela se mantuvo en su postura y además contó que "lo que me están contando, también, y es algo feo, es que él la habría ido a buscar él sabiendo que esto va a ser noticia y le va a llegar a la China, porque está bastante tristón y quiere que ella tenga un poco de celos", manifestó.
Además, Varela informó que "Vicuña estaba vestido con un saco blanco muy llamativo, me lo confirmó gente que estaba ahí", lo que provocó dos comentarios burlones de Adrián Pallares. En el primero, dijo que "uno se pone algo blanco arriba si es heladero, pero no para ir a la inauguración de un restaurante". En el segundo, dijo "si esto te lo dijo gente que estaba ahí y todos los asistentes eran famosos, confirmado que nada más botón que un famoso".
