Debe ser récord: en apenas siete meses, Lizy Tagliani pasó de la felicidad total de su casamiento con Sebastián Nebot a los rumores de crisis y la incertidumbre por lo que puede suceder con su pareja. La conductora de Got Talent dio el si el 23 de marzo en una ceremonia bellísima y feliz, pero a comienzos de noviembre está envuelta en un fuerte "run run" de separación.
Las dudas se dispararon en los últimos días, cuando Lizy dejó de ser vista en compañía de su marido, a quien era común y habitual observarla junto a ella. El ruidito se volvió un batifondo ensordecedor cuando la comediante llegó al evento de los personajes del año de Gente sin Sebastián. Se esperaba a ambos, ya que el "casorio" fue uno de los grandes acontecimientos del 2023, pero la ausencia de "Seba" disparó todas las versiones.
Para colmo, en Socios del espectáculo se hicieron eco de lo que se estaba comentando y la "pelotita" se volvió una "pelotera" infernal. Tremenda. Rodrigo Lussich fue directo al grano, fiel a su estilo, y habló lisa y llanamente de un comienzo de crisis, un bombazo que cayó muy mal entre la gente ya que Lizy es una de las figuras más queridas por el público.
La gente reaccionó son asombro y estupor ante las habladurías. El bla ba bla se fue agigantando cada vez más y lo que en un momento parecía una pavada llegó a tener cierto estado de confirmación. En las redes sociales ya se decía que había que conseguirle un novio a Lizy.
LAS FOTOS QUE DEMUESTRAN QUE PASO CON LA SEPARACION DE LIZY TAGLIANI Y SU MARIDO
En las últimas horas tuvo lugar la despedida de solteros de Cristian Sancho y Celeste Muriega, quienes protagonizan uno de los casamientos más mediáticos de los últimos tiempos. El evento se desarrollaba con absoluta normalidad y espíritu festivo hasta que irrumpieron dos personas y se llevaron todas las miradas: eran Lizy y Sebastián Nebot.
Entonces las multitudes pueden respirar tranquilas y quedarse en paz: la conductora y su esposo siguen juntos. Se reconciliaron. Lograron capear el temporal porque como se dice, después de la tormenta siempre sale el sol. Siempre. No sólo estuvieron uno al lado del otro, sino que para despejar cualquier duda hasta se dieron un sonoro y tremendo beso. Mejor así.