La comida era fideos con salsa, pero en un momento se puso "muy picante". Mientras se clavaba un plato de spaghettis con bolognesa con unos amigos en un restaurante de Palermo, Rusherking fue abordado por un grupo de periodistas entre los que se encontraba el cronista de Paparazzi. Después de responder algunas preguntas con un dejo de desgano, el santiagueño explotó y por primera vez desde que es famoso se puso bravo con los reporteros, al punto de que los terminó echando sin escuchar el pedido para que no se enojara.
Las calles de ese barrio, el preferido de los famosos en la Ciudad de Buenos Aires, están atestadas de restaurantes, pizzerías, parrillas, bares, sangucherías y cafés de especialidad que decidieron tomar sus veredas por asalto e instalar enormes carpas de plástico como si ese espacio exterior fueran una continuidad de sus locales. "Afuera pero adentro", Rusher le daba al diente con ganas. Hay que ser sinceros: los fideos se veían sabrosos.
Fue entonces que los "paparazzis" advirtieron su presencia y lo encararon, algo que "indigestó" al cantante nacido en el norte y que es más famoso por sus romances con chicas muuuy conocidas (María Becerra, la China Suárez) que por sus temas, sus discos o sus recitales. De movida le cambió la cara y su gesto fue empeorando a medida que se iban sucediendo las preguntas.
Como el "temario" de las inquietudes no salía de su presencia en la Bresh, una foto con Wanda, un posible acercamiento a la ex de Mauro Icardi y su vínculo con la China, en un momento Rusher se enojó y demostró que tiene "pasta" también para encarar de mala manera a la prensa. "No, basta, ya está, déjenme comer tranquilo, loco". Como esa frase no fue suficiente para frenar el apetito periodístico de los cronistas, tiró una peor. "Tomensela, che, vamos, de verdad lo digo. ¡Tomensela!". Se había puesto furioso. El pedido de los periodistas para que se tranquilizara fue vano, y debieron irse antes de que la cosa se pudriera del todo.
RUSHERKING ENFURECIO CON LOS PERIODISTAS EN MEDIO DE UNA NOTA Y LOS ECHO
Antes del estallido, entre bocado y bocado con sus ayudantes acomopañándolo en el fastidio por la seguidilla de preguntas, Rusher había alcanzado a decir algunas cosas. Por ejemplo, cuando le avisaron que su presencia en la Bresh en cercanías de Wanda pudo molestar a la China Suárez, alcanzó a manifestar que "yo no estuve con nadie más que con mis amigos. Ellos fueron los que se acercaron, pero yo ni una foto me saqué con ese grupo".
Como los periodistas le dijeron que sí, que había foto y que era pública, Rusher ya se puso medio enérgico. Después contó que con la China "las cosas están bien" y no hubo mucho más, porque a la siguiente pregunta explotó y mandó a todo el mundo al demonio. Y guarda, que la salsa se veía buena, pero él casi les da el pesto sin que nadie lo haya pedido.
Imágenes y nota: Carlos González
