"Mal trago" para el inquieto corazón de Floppy Tesouro. La modelo volvió a transitar las incómodas arenas de las desazones afectivas al separarse del novio con el que había encontrado consuelo tras divorciarse del padre de su hija, el mega empresario de la construcción Rodrigo Fernández Prieto. Había cambiado de pareja pero no de rubro, ya que el muchacho es el dueño del bar más famoso de Buenos Aires.
¿Qué pasó? El hombre, muy poco mediático y llamado Ezequiel Pereyra, está radicado en Miami porque intenta abrirse camino en los negocios de esa ciudad. Floppy, en cambio, vive en Buenos Aires. "Se nos hizo muy difícil la distancia", explicó ella, siempre sonriente y distinguida, en una visita que realizó al programa nocturno de Moria Casán en Canal 9.
Floppy intentó dejar en claro que se distanció de Pereyra en "buenos términos y condiciones", pero las últimas noticias que llegaron desde los Estados Unidos contaban otra cosa: hasta se dijo que habían mantenido una discusión a gritos adelante de todo el mundo y que ella, ofendida y ruborizada por el escandalete, se había ido con su suegra.
"Aaaayyyy... Suspiro, suspiro.... La verdad es que estoy sola" respondió Floppy cuando Moria le preguntó si seguía de novia. "Terminamos bien, por suerte", aclaró la modelo, lo que motivó una nueva intervención de la diva, que quiso saber cómo hacía para separarse en calma de todos sus muchachos. "Es que tengo mucha paciencia. Yo vine a esta vida a enseñar a los hombres", bromeó Tesouro.
Pero Moria sospechó, y le reflotó sus viejas diferencias con Silvina Luna: cuando Floppy se separó de Rodriguez Prieto, él viajó con Silvina Luna a Panamá. "¿Hubo infidelidad, se la montó a la Luna?" le tiró sin anestesia. "No, cero, cero. Fue aclarado. Ellos son muy amigos y lo supe desde el día uno, así que lo acepté de inmediato. Vos estabas más indignada que yo, Moria", aclaró Floppy. "Y que querés, si la Luna te cambió la casa, la cama, las sábanas, todo" disparó la One.
Sobre el final volvió a hablar de la relación que acaba de quedar trunca con Ezequiel Pereyra. "Y, lo de la distancia es tremendo. Yo viajaba mucho, tenía que ir y venir todo el tiempo y eso desgasta", volvió a decir. A Moria no le interesó tanto la cuestión sensible y pretendió averiguar quién pagaba tanto pasaje en avión. "Y... él se comportó como un caballero. Aunque yo siempre trabajé y soy autosuficiente, eso fue así". Entonces, Moria cerró con una de sus típicas salidas. "Vos sos muy estupenda en chequeras, ¿No? La floppy con esa vocecita y esa carita... Yo voy a verte, poneme el billetito. ¿Y no turista, no mi amor? Si vas a hacer un service al caballero que está a 10.000 kilómetros que te pague primera clase, el service que venga con todo".