Darío Martínez Corti y Virginia Demo no terminaron bien su convivencia en Gran Hermano, a pesar de que, hace varios años atrás, cuando ella no andaban en sus veinte, entre los dos hubo besos y caricias en alguna diagonal o boliche de La Plata, la ciudad que los vio nacer.
Así lo reveló Virginia hace unos días, al repasar el lazo que la unía a Darío, el hermanito con quien se esperaba que hiciera alianza en la casa, y que le produjo gran emoción al verlo aparecer en la última camada de jugadores, a inicios de marzo. Pero la química, de grandes, no sucedió.
"Tuvimos algo, pero hablo de los 18 años. Dentro de la casa no lo quería decir, porque él no dijo nada", contó Virqueenia, para terminar de una vez con las especulaciones en torno al vendedor de autos que dijo recontra conocer porque en La Plata “nos conocemos todos”.
Sin embargo, anoten: a Martínez Corti no le quedó registro de esos besos furtivos con la rubia en su tierna adolescencia. Así lo dijo en Cortá por Lozano, cuando Vicky Xipolitakis le sacó el tema que, aparentemente, guardó en un cajón sellado de su memoria.
DARÍO BORRÓ DE SU MENTE SU ROMANCE ADOLESCENTE CON VIRGINIA
"Sabés que tendría que mentir si te dijera que sí tuvimos algo, en qué lugar y en qué momento. Puede ser", dijo Darío, vago, desmemoriado, ¿fingiendo demencia? Y agregó: "No lo voy a negar, yo digo que puede ser, pero no me acuerdo”.
Y el hombre agregó: “Así como acepté, que no me gustó del todo, que salí con una amiga de ella. Si hice algo con respecto a ella yo le daría la derecha si realmente me acordara. No tendría ningún problema en aceptar una cosa que pasó".