"Yo soy muy Susanita, soy muy compañera, me brindo mucho, me entrego entera, y eso también a veces te hace golpear un poco contra la pared. El es una gran persona, que sé que me ama profundamente, y que su hija y yo somos los amores de su vida, como me dijo el día que se fue de casa, pero bueno, es algo que tiene que pasar hoy. No sé qué va a pasar mañana, pero yo tengo que ser honesta con esto que me está pasando. Yo busco en mi pareja un compañero de vida”.
Dolida, pero con la intención prioritaria de mirar hacia adelante, Floppy Tesouro confirmaba de esta manera su separación de Rodrigo Fernández Prieto. Fue a mediados de noviembre, cuando la ex Gran Hermano, tal vez presionada por los rumores, decidió salir a hablar en primera persona y contar las cosas como realmente habían acontecido.
“Nosotros tuvimos una charla súper civilizada con Rodri, ante todo fuimos siempre mejores amigos, entonces eso hace que uno tenga mucha confianza con el otro para hablar. Tuvimos una charla de casi cuatro horas donde fuimos honestos con esto que nos está pasando. No nos estamos encontrando, él es una gran persona y un gran papá, pero como pareja a veces uno elige un camino, otro elige otro”, explicó Floppy más tarde, para hacer hincapié en la importancia de haberse dicho adiós en buenos términos y no en medio de un escándalo, algo que resulta bastante frecuente en el ámbito de la farándula.
“La verdad es que lo único que quiero decir es que esto es pura y exclusivamente que la pareja no se está encontrando, que con Rodri… Prometí que no iba a llorar. Lo que quiero dejar en claro es que yo no quería obviamente que esto le esté pasando a mi familia, porque escuchaba a todo el mundo decir: hoy al primer momento ya tiran la toalla. Digo no, acá no es tirar la toalla, acá es ser honestos con lo que está sucediendo”, añadió más tarde en la misma sintonía.
Lo cierto es que transcurrieron los meses, y de pronto la modelo sorprendió con nuevas declaraciones con respecto a su situación conyugal, afirmando que “Rodrigo volvió a ser el hombre del que me enamoré, volvió a estar más presente y a tener pequeños detalles. Pero es todo muy reciente, necesitamos un tiempo. Si con el tiempo pueden modificar algunas cosas, tal vez nos demos una oportunidad”.
Todo un vaticinio, sin dudas, un anticipo de lo que sucedería después de fin de año en Punta del Este, donde finalmente, luego de charlas sensatas y conversaciones extensas, Floppy y Fernández Prieto decidieron reconciliarse y darle inicio a una nueva historia. Acaramelados, sacándose fotos familiares junto a Moorea, la pequeña hija que tuvieron en 2016.
Obviamente, también hubo caminatas en la playa, chapuzones y espacio para otro tipo de esparcimiento. Por supuesto que Floppy fue una de las más miradas. Lució su físico trabajado y fibroso ante la vista de muchos turistas que no lograban reconocerla hasta que la mayoría descubrió de quién se trataba. Algo lógico, pues Tesouro, que se reencontró con el amor, hoy brilla en cuerpo y también en alma.