Como un regalo del cielo, el día del bautismo de Anita, la hija mujer que tuvo Pampita con Roberto García Moritán, la casa de Carolina Ardohain le abrió nuevamente las puertas al amor al actor Benjamín Vicuña.
Separado hace casi cuatro meses de la China Suárez con versiones de infidelidad por parte de ella, Benjamín padeció su soltería más allá de salir a divertirse con amigos, entre ellos, Adrián Suar. Estaba apenado por el fin de su pareja y de la vida en familia, a la que está acostumbrado.
Porque Vicuña pasó sus últimos 16 años casi casado al compartir una década con Pampita y tener cuatro hijos, y luego seis con María Eugenia, con quien tuvo dos niños más. Pero diciembre le dio una grata sorpresa y fue, vaya las vueltas de la vida, de la mano de su ex.
Carolina y su marido celebraron el bautismo de Anita en su casa de Santa Bárbara, en Nordelta, y dentro de los invitados estuvo quien, desde que se separó de la China Suárez, repitió los armoniosos encuentros familiares con Pampita Ardhoain.
Y en el evento religioso, que derivó en un posterior y glamoroso festejo con vista al lago, Vicuña conoció a Eli Sulichín, una hermosa mujer diez años menor con la que se generó una empatía especial a partir de una charla. Hija de una íntima amiga de Pampita, se conocieron las primeras imágenes de cómo fue el momento en que “Cupido” hizo de las suyas y los unió en una relación que para algunos promete futuro. Las mostró la revista Hola (¿dónde sino?), con el único glamour que nos queda a los medios argentinos…
Porque a partir de ese mediodía y tarde a la luz del sol, Vicuña y Sulichín no se separaron más. Se ven a diario y Carolina está chocha de contenta con que se hayan conocido porque es una chica de buena familia y que se vale por sus propios medios.