Gianella Neyra y Segundo Cernadas vivieron una intensa historia de amor que terminó en 2011 en medio de una separación que tuvo su lógica repercusión en los medios. Nadie podía entender cómo se había agotado el idilio para esa pareja que parecía perfecta, “de novela”.
En medio de los dos, estaba Salvador, el hijo en común de ambos y el principal motivo por el que los actores pudieron sobreponerse a sus intereses personales y lograr una relación cordial por el bienestar del niño. Y fue aquel hijo tan amado quien impulsó a Gianella a pedir ayuda profesional mientras se divorciaba de Cernadas.
Es que, mientras estaba en el eje de la tormenta y veía sus nombres en los programas de televisión y revistas, Gianella estaba preocupada por cómo repercutiría eso en su hijo. Así lo dijo la protagonista de “Yago, pasión morena”, en una charla con la sexóloga Romina Castro para el `programa Te lo cuento.
“Yo soy mucho de buscar ayuda y creo que uno tiene que buscarla, uno tiene que hablar de las cosas, ya sea con amigos o con un terapeuta. No hay necesidad de cargar con todo solo. Entonces, cuando él (Segundo Cernadas) se fue… cuando nos separamos, yo automáticamente puse a Salvador en terapia”, reveló.
EL APRENDIZAJE QUE LE QUEDÓ A GIANELLA NEYRA TRAS SEPARARSE DE SEGUNDO CERNADAS
Neyra explicó que buscó ayuda profesional para su hijo porque su “más grande miedo era que le doliera”. “Uno como padre no quiere que sufra”, comentó la actriz, que en pleno proceso terapéutico se dio cuenta de que era imposible evitar eso.
“Es imposible evitar el dolor, solo podés enseñarle a transitarlo de la mejor manera”, recordó la actriz lo que le dijo la psicóloga en ese momento. A la vez, contó que ella también transitó todo ese duelo con terapia y reflexionó: “Creo que cuando fui madre mis prioridades cambiaron completamente; me puso a mí primero para ser mejor para ellos”.