Se sabe: Pampita no pierde el tiempo. No lo hizo cuando se casó con Roberto García Moritán a tres meses de conocerlo. Menos ahora, con Martín Pepa, el polista y viejo amigo que “le mandó la Virgen”, a días, literalmente, de separarse del ex funcionario porteño.
En un santiamén, Pampita lamió sus heridas tras echar a Moritán de su casa, hizo su pequeño duelo y, muy pronto, su sonrisa radiante volvió. Espléndida, como si nada hubiera pasado, la modelo se reencontró con Pepa y, rapidísimo, se sintió lista para barajar y dar de nuevo en el amor, cautivada con los gestos del hombre del polo.
Porque Pampa está de novia, señores y señoras. Nada de chongueo, nada de relación casual. Pampita está oficialmente en pareja con Martín Pepa y no desde este fin de semana, cuando se lo presentó a su familia en su casa en Nordelta, sino desde hace unos cuántos días más.
“Pampita está de novia hace 12 días”, aseguró Fernando Piaggio el domingo 27 de octubre en El run run del espectáculo, donde señaló un potente textual de la morocha, toda una advertencia de Pampa en esta nueva era, la “era Pepa”: “Sepan que voy a salir todos los fines de semanas, quiero salir a disfrutar, a encontrarme con mi novio”.
PAMPITA ROMPIÓ EL SILENCIO SOBRE SU NUEVO NOVIO MARTÍN PEPA
Mientras avanzan los papeles para su divorcio exprés de García Moritán, aunque con algunos problemas, Pampita está más salidora que nunca. Y en estos días, LAM la encontró a punto de entrar a un famoso boliche de la Costanera, desde donde se prestó muy buena onda a dar declaraciones aunque reacia a referirse a Pepa.
“Estuve cenando con muchos amigos. Con muchos amigos… no tengo nada que decir. A veces dicen cualquier cosa”, se limitó a decir la modelo, aún sin intenciones de confirmar su noviazgo. Sin embargo, cuando le preguntaron sobre el enlace que le hizo la mamá del polista durante la última caminata a Luján, Pampita se sinceró.
“Es verdad, hay data que está bien y data que está mal. Hay un poco de todo, no voy a salir a aclarar cada cosa”, dijo, antes de entrar al boliche con un grupo de amigos en el que estaba, claro, el polista que la conquistó a días de separarse.