La sicología lo llama "acto fallido", para las abuelas es tener "cabeza de novia" y en Chespirito lo definían con una frase tan cortita como contundente: "Fue sin querer queriendo". En plena emisión de uno de los noticieros deportivos que conduce, Alina Moine protagonizó un "resbalón de ese tipo" y demostró que tiene a Marcelo Gallardo bien metidito en su cabeza. ¡Gol!
Alina es una de las periodistas deportivas mejor posicionadas del país. Ahora hay muchas mujeres hablando de gambetas, goles, patadas y polémicos fallos del Var, pero cuando ella desembarcó en el mundo del fútbol no eran tantas ni resultaba tan sencillo ganarse un lugar. No se hablaba mucho de machismo y el discurso feminista subyacía en los subsuelos ganando efervescencia para alcanzar la ebullición algunos años más tarde.
Si bien trabajó poco y nada en la televisión abierta, Alina es una de las figuras más reconocidas del mundo del cable. Su desembarco en Fox Sports después de hacer algo de carrera en su Rosario natal le dio una visibilidad inmensa entre la gente que sigue al deporte. El "gran golpe de popularidad", en cambio, no se lo dieron sus años de trayectoria sino un rumor: que era la novia secreta de Marcelo Gallardo.
Alina estaba hablando de Boca -¡Justo!- y metió la pata: quiso nombrar al técnico y en vez de Battaglia dijo Gallardo. La traicionó el inconsciente.
La versión iba un poco más allá todavía y decía que ese romance, volcánico y tórrido, había puesto en jaque la relación del entrenador de River con "su mujer de toda la vida" y madre de sus hijos, una emprendedora textil llamada Geraldine La Rosa, quien en lo que fue considerado un mensaje indirecto para Alina se autodenominó "la primera dama" de la entidad millonaria.
Después de mucho tiempo de silencio, el rumor volvió a encenderse en las últimas semanas desde que Adrián Pallares contó que los dos habían ido de viaje a Cafayate, Salta. Un día después, Luli Fernández confirmó la historia de amor a través de un amigo del Muñeco que le dijo que los dos "están profundamente enamorados". Enseguida llegaron más palabras, historias de Instagram y hasta declaraciones de familiares del exitoso entrenador. El fuego cruzado fue subiendo de tono.
Lo que nadie esperaba, mientras tanto, era que Alina "pisara el palito" y cometiera un "furcio" que prácticamente deschavó lo pendiente que está de Gallardo. En su programa estaban hablando de Boca -nada menos que del archirival del Millonario- y de los problemas que afronta su técnico, Sebastián Battagia. En medio de ese tema Alina tomó la palabra y dijo "lo que está necesitando... eh.... ¡Gallardo! es que... Bue, Gallardo no... ¡Battaglia!" y su gesto se transformó, ya que quedaba a las claras que está pendiente del Muñeco. Del Muñeco Gallardo, no sean malpensados como el cronista, que metió una sonrisa "condenatoria".
No lo dicen la sicología, las abuelas ni Chespirito, sino nosotros: ¡Está hasta las manos!