Alan Simone está pasando por un momento bastante triste, quizás el peor desde que fue eliminado de Gran Hermano. Es que, en las últimas horas, Alan vio cómo Sabrina Cortéz volvía a la casa, el chape de Denisse con Bautista en su reencuentro y la llegada de cinco nuevos jugadores. Demasiado.
Mientras todos parecen pasarla bomba en la casa de Martínez, Alan sigue yendo a los programas de Telefe para debatir sobre el juego y hablar de su relación con Sabrina. Y fue en Ariel en su salsa donde lo encontraron con mala cara: somatizando esta vorágine de sentimientos con un fuerte dolor de panza.
“Son los nervios. Los nervios me tienen loco. No puedo más, capaz estoy empachado”, dijo Simone, consultado por Nico Peralta sobre su situación. Entonces, Daniela Celis comentó, picante: “Es porque entró Mauro, para mí… Ojo ahí, dijo que le gustaban las rubias…”.
Entonces Alan se refirió a la posibilidad de romance entre Sabrina y Mauro, el jugador que se presentó como un “tincho” fanático de las fiestas electrónicas y las rubias, y que ya se besó con Furia. “No pasa nada. Puede pasar cualquier cosa. A cualquiera le puede pasar. Pero no creo”.
LA DEPRE DE ALAN SIMONE MIENTRAS MIRA GRAN HERMANO
Alan Simone no puede soltar la casa de Gran Hermano y sigue momento a momento lo que pasa ahí dentro y comparte en sus redes clips llenos de nostalgia. “Muchas ganas de estar ahí”, expresó en las últimas horas con una carita llorosa.
“¿Querés que vuelva Alan?”, preguntaba Manzana, en versión Noño maléfico, a Sabrina. “Ay, sí”, respondió ella, que en otro momento comentó “lo rara” que notaba la casa “sin Pocho”. “Está dentro de mis recuerdos de la casa. Ayer estaba en el cuarto, no sé quién apareció y dije ´el Pocho´”.
