Antes era “la caja de las fotos” y provocaba, en general, anécdotas risueñas pero también recuerdos dolorosos. Ahora es la pantalla del celu la que permite ver las postales de un pasado que, en algunos casos, pudo ser feliz. Cuando Laurita Fernández repasa en su teléfono las imágenes de su romance con Nico Cabré, recientemente terminado, entra en desesperación.
Lo reconoció en el “vivo” que mantuvo con Telefe Noticias, poco después de admitir que fue el galán el que decidió dar de baja a la relación. “¿Qué me pasó cuando me encontré sola en mi casa?” se preguntó Laurita. Sincera, ella misma se respondió. “Y, pasé por un proceso y sigo pasando por algo que es muy difícil, con el masoquismo a full de ponerme a ver fotos y videos y cosas, y llorar mucho”, contó.
La actriz, sobre quien circularon rumores de embarazo, hizo hincapié en esto último: “llorar mucho. En algún punto por ahí me vino bien, porque me permití y entendí que tenía que pasar por eso, hasta yo misma, dije que ya está”, remarcó.
Después de algunos idas y vueltas, el romance de Laurita y Cabré no superó la cuarentena. Arrancaron cada uno en su casa el período de aislamiento, lo que avivó los rumores de crisis, pero en un momento pasaron a vivir juntos: fue cuando ella se excusó en la rotura de un caño de su casa. Al poco tiempo volvió a su departamento.
El caño volvió a servir como coartada, pero no durante mucho tiempo. Unos días después de decir, sonriente, que le habían arreglado el desperfecto y debía poner la vivienda en condiciones, terminó aceptando, entre sollozos, que se había peleado con el rompecorazones.
"La separación me pegó por la angustia, pero la angustia oral. No de abrir la heladera y comer. Al contrario, se me cerró el estómago y creo que bajé de peso", dijo Laurita.
Laurita había confesado en unas cuantas entrevistas sus deseos de ser madre con Cabré. Hasta había visualizado que podían formar una familia numerosa y duradera. Pero todas esas ilusiones se hicieron añicos cuando el muchacho, dueño de un historial inmenso de quiebres de este tipo, le dijo que ya no tenía deseos de seguir con la relación.
Entonces, Laurita se desmoronó definitivamente. “Me separé y me pegó por la angustia. No angustia oral, sino que se me cerró el estómago. Hasta bajé un poco de peso. El tema es que no puedo volver con Nico. El ya perdió el interés. Es doloroso, pero es así” remarcó ante la sorprendida mirada de Agustina Casanova, quien la estaba entrevistando.
"No puedo volver con Nico. El ya perdió el interés. Es doloroso, pero es así", agregó Fernández.
Laurita atravesó anteriores separaciones (fue novia de unos cuantos famosos, entre ellos Matías Alé, Federico Hoppe y Fede Bal) pero ninguna de ellas la habían dejado, públicamente, tan lastimada. En aquellas oportunidades, los que sufrieron fueron ellos. A la corta o a la larga, la vida siempre ofrece las dos caras de la moneda.