Se convirtió en tema exclusivo de conversación pública, tanto en las redes sociales como en la vida cotidiana. Todo el mundo analiza, debate y conjetura sobre uno de los mayores escándalos políticos de los últimos años: el video de Alberto Fernández y Tamara Pettinato en la privacidad de la Casa Rosada.
La panelista de Bendita TV aparece en el material fílmico, que grabó directamente el ex presidente en su celular, en un contexto controversial, merced a su postura en el diálogo muy intimista y principalmente por las frases que expresa, que incluyen una declaración de amor.
La gravedad del hecho se centra en el rol del político, en la utilización de una oficina neural del sistema gubernamental del país para beber cerveza y juguetear. Empero, el nombre de Tamara se desperdigó con virulencia, por diferentes factores, principalmente porque Alberto estaba casado con Fabiola Yañez en ese momento.
La hija de Roberto Pettinato rompió el silencio, el lunes, con un descargo extensísimo, donde procuró instalar su verdad de los acontecimientos, así como admitió que disponía de una relación con el ex primer mandatario y perjuró que la grabación sucedió en 2022 y no en el marco del confinamiento por la pandemia.
EL NOVIO DE TAMARA PETTINATO TOMÓ UNA DRÁSTICA DECISIÓN POR EL ESCÁNDALO CON ALBERTO FERNÁNDEZ
En todo este ruido ensordecedor, Tamara sintió en primera instancia la pulsión de huir, de alejarse del centro de la escena, de evitar a los periodistas, las guardias de las cámaras y se trasladó a la Patagonia, más precisamente a Comodoro Rivadavia. Ahí la engancharon con una foto que demostró su estadía en esa ciudad.
Claro que la elección de la ciudad deriva de su relación actual de pareja con José Glinski, un diputado nacional, que la cobijó en sus horas más aciagas. Justamente el novio de Pettinato también ejecutó una determinación drástica por el escándalo y cerró los comentarios de su Instagram para evitar las agresiones.
