Si la venganza, como dicen, es un plato que se sirve frío... la mesa de Nati Jota se puso helada hoy, unos minutitos después del mediodía, cuando se enteró que Ivana Nadal borró de su cuenta de Instagram todas las fotos con su ex, Bruno Siri. Las mismas imágenes que habían aguijoneado una y otra vez su estado de ánimo, esta vez endulzaron su espíritu con el almibarado sabor de la revancha.
Nati Jota no soltó su teléfono celular. Para nada. Apenas cambió de aplicación. Salió de Instagram y se fue a Twitter, allí donde la gente suele ser más visceral y donde saben aflorar los instintos primarios. En Insta todo es alegría, color, felicidad, belleza, sensualidad, serenidad. En Twitter hay poco lugar para ese sentimentalismo. Se tenía que decir y se dijo, derecho viejo.
Entonces, dichosa y sonriente, la conductora apretó fuerte y segura sus dedos para escribir "Queeee día hermooooosooooo". Aunque completó la frase con un "por fin llegó septiembre" de ocasión y por más que efectivamente el clima estaba apacible después de una sucesión de jornadas tumultuosas de lluvia y frío, estaba claro de qué hablaba: de lo que había sucedido en esos mismos momentos con sus "ex".
Bruno Siri, efectivamente, era su novio. De eso no hay dudas. El interrogante está en cuánto a qué papel jugaba Ivana Nadal en su vida. ¿Era su amiga, como creía ella, o como dijo la morocha solamente eran conocidas que se vieron un puñado de veces? ¿Si no tenían un vínculo estrecho, por qué Ivana le mando mensajes de "aliento y ayuda" a Nati cuando ella lloró su separación de Bruno en las mismas redes sociales donde hoy manifestó su alborozo?
Lo cierto es que Ivana y Bruno empezaron a salir. Incluso, está probado que ambos llamaron a Nati para avisarle que estaban iniciando una relación. ¿Qué necesidad tenían de hacerlo? Al escándalo inicial, desatado por un descubrimiento de la instagramer Juariu, le siguieron una serie de posteos de Ivana absolutamente melosos en compañía de Bruno.
Nati Jota era la novia de Bruno Siri, pero se separaron. Hace unas semanas, él empezó una relación con Ivana Nadal, alguien cercano a la conductora. Ahora están en crisis, y Nati lo celebró.
Pero no fueron solo las fotos de besos y abrazos multiplicados por decenas. También hubo "declaraciones de amor" que lastimaron, fuerte, la autoestima de Nati. Palabras como "bebito", "tanto amor" o la peor de todos, "te amo para siempre" hundieron a la influencer en el sótano del desamor.
De alguna manera, su respuesta fue inmediata. Y se trató de la indirecta más directa del mundo. "Eras mi mejor plan, pelotudo" escribió ella, furiosa, y aunque no nombraba a nadie estaba claro a quién le dirigía sus expresiones. Lo hizo en Twitter, quizás como otra manera de diferenciarse: Ivana posteó todo en Insta.
Las últimas horas resultaron frenéticas. Y como tales, imprevisibles. Primero apareció un video de Ivana y Bruno tomando tragos en uno de los reabiertos bares de la noche porteña. Con poca distancia y ausencia de barbijos o tapabocas, parecían disfrutar de un momento relajado. Un paso más en el afianzamiento de la pareja.
Pero a las pocas horas llegó lo inesperado. De golpe y porrazo, desaparecieron todas las fotos "tiernas" de la cuenta de Ivana. No sólo eso: a los pocos segundos dejó de seguir al rugbier chaqueño, todo un especialista en muchachas con cierta fama. La crisis estaba en el aire.
Y Nati lo festejó como si fuera un try, el gol del rugby,
